Las sustancias psicodélicas están captando la atención de muchas personas  interesadas en los potenciales terapéuticos que se están investigando con respecto al tratamiento de depresión resistente a fármacos, ansiedad, estrés post traumático, adicciones, trastornos de la alimentación, aceptación de la muerte por enfermos terminales, etc. Pero debido a que la terapia psicodélica aún no está disponible para la población en general y solo se lleva a cabo en contextos de investigación, ha surgido una alternativa que parece que está más al alcance de muchas personas: las microdosis. 

¿Qué son las microdosis? 
Son preparaciones de sustancias psicodélicas que representan una fracción de las dosis regulares que proporcionan efectos, a esto se le denomina como dosis subperceptuales, lo cual significa que no se deben sentir efectos psicoactivos con las microdosis. Mucha gente comparte la idea de que las microdosis de psicodélicos mejoran el estado de ánimo, promueven la creatividad, amplifican la capacidad de atención y enfoque, entre muchas otras propiedades que se les adjudican.  

Sin embargo con las microdosis se tiene una dificultad que es la misma de las dosis activas y es el hecho de que las sustancias psicodélicas se encuentran en categorías de prohibición y restricciones como sustancias ilegales, por lo tanto depende totalmente de que la persona tenga un proveedor confiable, lo cual es complicado por la cantidad de sustancias que rondan en el mercado negro y que son impuras o están adulteradas, y esto significa riesgos potenciales.

Actualmente se tienen más datos anecdóticos que evidencias científicas de esta alternativa terapéutica.

Los entusiastas tienen dos principales motivaciones para el uso regular de microdosis:

1.- Mejorar el rendimiento cognitivo y el creativo.  

2.- Mejorar la salud mental y el bienestar. 

Básicamente lo que usualmente se busca con las microdosis es: 

Efecto Nootrópico   

Incrementar funciones mentales: Cognición, memoria, creatividad, motivación, atención y concentración. 

Efecto estabilizador del estado de ánimo.

Tratamiento de trastornos del estado de ánimo, principalmente depresión y ansiedad. 

Existen 3 protocolos de consumo de microdosis que son los más conocidos: 

Protocolo de James Fadiman 
A este investigador se le adjudica ser la primera persona que escribió sobre las microdosis de psicodélicos, su protocolo consiste en lo siguiente:

Día 1: Se toma la microdosis

Día 2: No se toma dosis            

Día 3: Se toma la microdosis

Día 4: No se toma dosis

El ciclo se lleva a cabo de entre 4 a 8 semanas.

Y si se desea comenzar nuevamente, se requiere un descanso de 2 a 4 semanas.

Protocolo de Paul Stamets 
Micólogo, autor e investigador de los hongos medicinales. Propone una fórmula de microdosificación en donde combina hongos con psilocibina, niacina (vitamina B3) y el hongo medicinal melena de león, su protocolo consiste en lo siguiente:

Día 1 al 4 se toma microdosis

Día 5 al 7 no se toma dosis

Día 8 al 11 se toma microdosis

Día 12 a 14 no se toma dosis

El ciclo dura 4 semanas.

Y si se requiere comenzar nuevamente se debe esperar de 2 a 4 semanas. 

Microdosificación intuitiva   
Este protocolo propone que se puede tomar microdosis cuando uno sienta que lo quiere hacer, la única regla es que siempre se deberá dejar al menos un día entre los días que se toma la microdosis.

Las microdosis más comunes son las de LSD y psilocibina, aunque cada vez son más diversas las sustancias con las que se realizan estas preparaciones, tales como ayahuasca, mescalina, DMT, 5MeO-DMT (secreción del sapo alvarius), salvia divinorum, ibogaina, kratom y cannabis.

Advertencia: Las microdosis de MDMA no se recomiendan, debido a que se sospecha que puede tener un riesgo potencial de afectación en válvulas cardiacas, por su mecanismo de acción particular y que podría ocurrir con el uso recurrente que la microdosificación implica.

A continuación daremos unos cálculos básicos para elaborar las microdosificaciones más comunes:

LSD 
Se propone que las microdosis de esta sustancia sean de 6 a 15 microgramos, así que tendrás que dividir la dosis que consigas haciendo una dilución de la siguiente manera:

Suponiendo que tienes un cuadro de 150 microgramos, deberás diluirlo metiéndolo en 10 mililitros de agua destilada, para que de esta manera puedas tener dosis de 15 microgramos por cada mililitro, en total tendrías microdosis para 10 tomas.

Si quieres ajustar tus microdosis a otras concentraciones solo tienes que dividir el número de microgramos de tu cuadro entre los mililitros de agua destilada y de esta manera puedes encontrar la más adecuada para ti.

Esta preparación debe ser guardada en frasco ámbar y en refrigeración para evitar la degradación de la sustancia. 

Psilocibina    
En este caso se tiene que elaborar con hongos Psilocybe de cultivo que estén perfectamente secos y en polvo, de esta manera podrás pesar la dosis adecuada que es de 100 miligramos a 300 miligramos por microdosis, así que requerirán una báscula gramera lo más precisa posible.

Algunas personas guardan cada dosis en cápsulas y estas las guardan en frascos ámbar que mantienen en lugares frescos, sin humedad y protegidos de la luz. 

Cannabis  
Este tipo de microdosis no tiene una dosificación específica, por lo tanto implica que cada persona deberá encontrar su propia dosis mínima. Las microdosis de cannabis son una excelente alternativa para quien consumirá por primera vez, para que los efectos no sean tan intensos y pueda asimilarlos de la manera más adecuada, con esto también se minimizan los efectos indeseados que pueden tener las dosis activas más comunes. También son muy útiles para quienes desean disminuir su consumo.

Las indicaciones generales para reducir riesgos en el uso de microdosis son:

Determinar qué tipo de sustancia se desea consumir.

Verificar la autenticidad de la sustancia antes de preparar la microdosis.

Establecer la microdosificación adecuada.

Preparar las microdosis higiénicamente.

Plantear objetivos específicos de lo que se quiere lograr con la microdosificación.

Elegir el protocolo que se desea seguir.

Elaborar un calendario para visualizar los días de dosificación y de descanso.

Escribir un diario de las sensaciones que se van teniendo durante el ciclo de microdosificación.

Al terminar el ciclo, evaluar los avances y decidir si se han cumplido los objetivos deseados o es necesario iniciar un nuevo ciclo, después del debido periodo de descanso.

Es muy importante mencionar que la primera microdosificación sirve para evaluar si es la dosis adecuada para ti, recuerda que no se deben sentir los efectos de las dosis psicoactivas, entonces si llegas a percibir algo de esto, por muy mínimos que sean, es necesario de bajes aún más la microdosis.

Para esto se sugiere que la primera microdosis se tome en un día que no tengas actividades, ni compromisos importantes, así podrás evaluar cómo te vas sintiendo a lo largo del día sin que esto represente un problema. 

Algunas personas son más sensibles a las microdosis y pueden experimentar ansiedad o efectos visuales, así que si este es tu caso o el de alguien que conozcas, deberán ajustar la dosificación bajándola.

La microdosis es una práctica creciente entre personas que buscan alcanzar objetivos que se plantean de manera personal, por lo que se recomienda hacerla de manera cuidadosa, consciente e inteligente. Hasta ahora no hay datos de si son seguras a largo plazo, por lo que se sugiere que no se abuse de ellas y se realice solo con fines específicos.