Si se cuenta con el espacio suficiente, un invernadero es la herramienta ideal para cultivar marihuana desde tu hogar. No sólo te permite controlar los factores más importantes para asegurar la salud y desarrollo de tus niñas, sino que esto se puede lograr de manera muy económica y eficaz.

Para ello se deben contemplar ciertos aspectos fundamentales. Por ejemplo, contar con una cubierta translúcida (de vidrio o plástico), tener un control de la temperatura y humedad, así como aprovechar al máximo la radiación solar.

Definir el espacio

El primer paso es definir dónde construiremos nuestro invernadero. El espacio que tengamos disponible determinará el tipo de construcción que más nos conviene, en particular por la cantidad de horas de luz que recibe este espacio en promedio al día.

Para zonas donde no se completen las 18 horas necesarias para la etapa de vegetación, se puede complementar con lámparas por el tiempo que falte. Sin duda alguna esto es mucho más económico que utilizar únicamente lámparas.

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En este sentido, debemos tener muy presente la instalación eléctrica, pues tanto para las lámparas como para los ventiladores ésta será necesaria. Algunas precauciones deben tomarse en cuenta, como el que usar madera incrementa el riesgo de incendio. También procuremos tener nuestra construcción bien oculto (cuidado con los vecinos chismosos).

Jardín o macetas

Si cuentas con un jardín lo mejor es aprovecharlo la extensión y profundidad de la tierra serán grandes ventajas para alcanzar buenos rendimientos cada cosecha. Cuida una separación de al menos 15 centímetros entre planta y planta.

Pero si tu espacio no necesariamente cuenta con tierra disponible para cultivar, no te preocupes, las macetas son igual de útiles. De hecho, son una opción versátil y cómoda, en particular para la recolección durante el tiempo de cosecha.

El tamaño de la maceta determinará el tamaño de tu planta: así puedes controlar mejor el crecimiento dependiendo el espacio que tengas disponible. Puedes escoger varias plantas en macetas pequeñas o una sola de gran tamaño, por ejemplo.

Además de mota, en este espacio podrás sembrar hierbas aromáticas, vegetales y tubérculos, entre otros.

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Material del invernadero

Como mencionamos, un invernadero no necesariamente debe costarnos un ojo de la cara. Por ejemplo, podemos recolectar botellas de plástico para construir las paredes y el techo (unas 500 servirán, aunque depende el tamaño que pretendas ocupar).

Las botellas deben ser todas del mismo tamaño. Hay que lavarlas, quitarles la etiqueta, cortar y retirar la parte superior para apilarlas entre sí. Luego se ajustan a un marco de madera y se ensambla la estructura.

También se pueden utilizar de esta forma mientras sean pequeñas.

Una alternativa más avanzada es usar ventanas recicladas. Recolectar éstas es mucho más difícil que las botellas de plástico, pero si lo consigues tendrás un invernadero de mucha mayor calidad. En este enlace puedes leer a detalle el procedimiento paso a paso, pero consiste básicamente en esto:

  1. Colectar ventas y acomodarlas de tal forma que configuren dos paredes del mismo tamaño.

  2. Con las ventanas como guía construye un marco para cada pared.

  3. Levanta los marcos y asegura los cimientos. Después, atornilla las ventanas.

Y el invernadero de “material tradicional” es aquel que utiliza tuberías de PVC para la estructura y una cobertura de plástico como pared traslúcida.

Algunas sugerencias de Royal Queen Seeds

Ya que tengamos el espacio, debemos agregar la ventilación neesaria. Recordemos que esto es indispensable para evitar el crecimiento de hongos. 

 

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