Un estudio de recién publicación en el Journal of the American Medical Association (JAMA) Psychiatry detectó una relación entre el consumo de cannabis con alto contenido de tetrahidrocannabinol (THC) y un aumento de la ansiedad en los usuarios, respecto a aquellos que consumen cannabis con un perfil de cannabinoides más bajo.
Esta investigación utilizó los datos de mil 87 personas que fueron colectados entre junio de 2015 y octubre de 2017. Todos los participantes residían en el Reino Unido, eran de 24 años de edad y reportaron usar cannabis en el último año.
Tras tomar en cuenta y controlar factores como el estatus socioeconómico y condiciones preexistentes de ansiedad y depresión con que fuesen diagnosticados los participantes antes de usar cannabis, los investigadores encontraron que para la gente que consumía “cannabis de alta potencia” era más probable el tener un desorden de ansiedad generalizado. Al menos en comparación con los usuarios de “cannabis de baja potencia”.
También encontraron que quienes usaban cannabis potente lo usaban con mayor frecuencia.
Para los investigadores se considera “cannabis de alta potencia” aquellas flores o extractos con un contenido mayor al 10% de THC. El fragmento de la población que corresponde a esta categoría es el 12.8% de los participantes en el estudio. El resto, 87.2% aseguró usar cannabis con un contenido menor al 10% de THC.
Otros hechos a notar fue que los investigadores se valieron sólo de resultados auto-reportados por las personas y que se limitaron a un demográfico muy particular por lo que no puede ser aplicable a poblaciones más grandes. Así mismo se remarca que si bien se puede resaltar una relación entre el cannabis de alta potencia y la ansiedad, esta no necesariamente es causal. Osea, que el primero no genera el segundo.
Así mismo se debe señalar que hoy en día los cogollos pueden alcanzar niveles de entre el 15 y el 25% de concentración de THC sin muchas complicaciones para el cultivador (siempre y cuando sea un cultivador experimentado, por supuesto).
Aún así los investigadores hicieron la sugerencia de usar limitar la potencia del cannabis disponible en el mercado para prevenir que la gente se vuelva dependiente en la sustancia debido a la ansiedad u otros problemas mentales.