La pandemia de Covid-19 ha irrumpido como las dinámicas sociales y económicas a pequeña y gran escala. Por supuesto que aquellas relacionadas a la distribución y consumo de drogas no son la excepción. El informe “Cómo el tráfico ilícito de drogas se adapta a la pandemia del Coronavirus” describe cómo se transforman las redes de distribución y ofrece un panorama curioso sobre el futuro del comercio de drogas.

Distribución global 

En primer instancia, parece que no mucho se ha modificado para la distribución a nivel internacional. Tan sólo a principios el mes pasado en Canadá fue interceptado un cargamento con alrededor de $4.8 millones de dólares en cocaína, aproximadamente 38 kilogramos. Y entre el 21 y 29 de marzo se confiscaron alrededor de 25 kilos de la misma sustancia proveniente de dos ciudades: Montego Bay, Jamaica y Ciudad de México, México.

Esto podría explicarse dado que en las fechas mencionadas las ciudades con mayores restricciones eran las del continente europeo y asiático. Por ejemplo, la frontera de Afganistán (principal productor de opio) con los países de Irán y Pakistán está cerrada. Aún así, se espera que el tráfico en esa parte del mundo continúe.

Marzo 2020. Decomiso de drogas por parte de la patrulla fronteriza de Estados Unidos proveniente de un tunel clandestino en San Diego. Foto: AP

“Los actuales cierres causados por el Covid-19 puede llevar a los traficantes a volverse más innovadores para evadir el creciente riesgo de detección y encontrar rutas alternativas”, aseguró Tony Saggers, antiguo director de drogas en la Agencia Nacional del Crimen en Reino Unido. Así, por ejemplo, es posible que comiencen a usarse botes más pequeños, drones y submarinos.

Se espera que los flujos de comercio lícitos decrezcan alrededor del mundo como resultado de la pandemia, lo cual podría tener un impacto en el comercio de bienes ilícitos también.


La Organización Mundial del Comercio predice que el comercio global se reducirá entre 13% y 32% en 2020. De acuerdo a las Naciones Unidas y la Organización Nacional de Aduanas "500 millones de contenedores son embalados cada año en la cadena de suministros, y entre estos menos del 2% son inspeccionados.- World Politycs Review

No obstante, la pandemia y cierre de fronteras ha generado una escasez de precursores químicos, provenientes principalmente de China, lo que está afectando la producción de fentanilo y metanfetaminas de lugares como México y el sureste de Asia. “La cuarentena de Wuhan y todo el caos allí definitivamente afectó el comercio de fentanilo, particularmente entre China y México” comentó a la agencia de noticias Associated Press el periodista y escritor Ben Westhoff, autor del libro documental “Fentanyl Inc.”, añadió: 

Muestra de fentanilo: Foto Getty Images

“La principal razón es que China a ha sido el principal proveedor de todo (lo hace todo tan barato) No había incentivos para que los cárteles fabricaran esto ellos mismos”.

Sin embargo, Logan Pauley, un analista del Centro de Estudios de Defensa Avanzada, señaló que desde febrero se han visto aumentos desde el 25% hasta el 400%. Así que si bien las actividades económicas y de distribución en China comienzan a resurgir, es posible que algunos carteles ya hayan dado pasos hacia la producción propia de estas sustancias para no depender del mercado extranjero.

Dicho esto, ¿cómo se han visto afectados los usuarios? Pues, el primer factor a revisar podría ser el precio de las sustancias, y no necesariamente por la escasez.  De acuerdo a Joseph Brown, procurador estadounidense del Distrito del Este en Texas, aseguró que: algunos carteles mexicanos han restringido sus suministros de metanfetaminas para manipular el mercado.

Para los usuarios, esto representa muchos problemas. El primero de ellos es que, ante el miedo de una posible escasez, recurran a adquirir cuanta cantidad de la sustancia les sea posible, lo cual podría devenir en un aumento en casos de sobredosis. Otros, usarán sustitutos de menor costo, mayor potencia y riesgos distintos para su salud.

E-commerce ¿la solución?

 

Tal vez una de las principales consecuencias (o una de las más palpables) está en la distribución al usuario, o al menos la que ocurre al viejo estilo: en la calle. Puesto que con menos tránsito de transporte (público y privado) así como de transeúntes, los conflictos entre la autoridad y los traficantes adquiere otro carácter. 

Particularmente en las zonas donde se han establecido toques de queda o restricciones al uso de la vía pública, los oficiales de policía cuentan con pretextos de sobre para detener e inspeccionar a individuos.

Ante ello, la solución podría estar en una práctica cuyo uso ya iba en ascenso, pero que el encierro masivo a impulsado a sobremanera: el comercio electrónico o e-commerce. No sólo en cuanto a drogas, sino que la gente en todo tipo de ciudades a lo largo del mundo comienza a usar los servicios de venta y entrega por internet para satisfacer sus necesidades. Ya era común ver en las noticias que se detenían a sujetos, supuestamente trabajando para servicios como UberEats o Rappi. 

“La actual crisis podría heredarnos un cambio en la distribución física al nivel de calle hacia más ventas en linea y tal vez, mientras nos movemos a un sistema de entrega más común, los envíos ilícitos serán cada vez más plausibles” aseguró un oficial de seguridad pública de Canadá quien mantuvo el anonimato para hablar con libertad. 

Esta novedosa solución de entregas a domicilio ha sido contemplado no sólo por los distribuidores de sustancias ilegales, sino también para la distribución en marcos regulados, principalmente en países con políticas de drogas más compasivas.

Por ejemplo, el gobierno del Reino Unido ha introducido nuevas reglas que permiten a los médicos prescribir a usuarios de dosis controladas de drogas que actúen como sustituto a otras disponibles en el mercado negro que podrían estar adulteradas como heroína, fentanilo y metanfetaminas. Incluso, es posible para los usuarios que reciban las sustancias en su casa, así como los rellenes que necesiten por parte de la farmacia sin necesidad de actualizar su prescripción.

Cabe mencionar que muchos aspectos respecto a estos escenarios están en gran medida incompletos. Ya sea por la opacidad de algunas instituciones estatales al compartir la información sobre sus decomisos y el prejuicio hacia los usuarios de todo tipo, quien en bastantes ocasiones permanecen en el anonimato sin informar o compartir las vivencias de su realidad particular.

De cualquier forma, el mundo post-Covid-19 podría presenciar una transformación del panorama respecto a las políticas de drogas implementadas a nivel mundial, así como las dinámicas relacionadas con su ditribución en todas las escalas.

Imagen de portada: Marco Verch (original). Adaptada bajo liscencia CC 2.0.