Aproveché el Congreso de Plantas Sagradas realizado en Ajijic para aprender más de ellas. Entre mesas de gran calidad y discusiones de altura, hubo una sobre salvia divinorum, en la cual participaron Litay Ortega, Nicholas Spiers y Robert Stanley, además de quien escribe. Comparto un poco de lo aprendido:

En orden de presentación, la primera ponencia fue la propia: ‘El mercado de la salvia divinorum en la Ciudad de México’. Esta inició señalando el uso ancestral entre los mazatecos de la salvia divinorum. El uso ritual de la salvia fue descubierta por la ciencia occidental apenas el siglo pasado, prontamente se identificó la salvinorina A -componente psicoactivo de la planta- y pocos años después aparecieron los extractos de salvia; cuyo mercado se ha desarrollado en décadas recientes con base en ofertar distintas potencias, desde 5x y hasta 200x.

El mercado de la salvia se ha desarrollado a través de los medios digitales. La web ha sido el principal medio para comprar salvia (hojas y extractos), no sólo a nivel nacional, sino internacional. El crecimiento de su comercio ha llevado a que algunos países hayan prohibido la salvia; en México también ha habido intentos de prohibición. Por su parte, las páginas web de venta presentan sus productos -principalmente extractos- como si fuesen la planta sagrada y su uso como una forma de percibir la divinidad, muchas veces sin advertir que los efectos de fumar extractos son más potentes que los efectos de la ingesta de la hoja, forma tradicional de uso.

En la Ciudad de México, los usuarios suelen fumar la “salvia”, regularmente extractos; pero el término es utilizado indistintamente para nombrar hojas y extractos. La mayoría de quienes prueban los extractos de salvia no vuelve a consumirlos, por lo que el mercado parece subsistir con base en nuevos usuarios.

En la segunda ponencia: ‘Mercantilización de la planta sagrada Xká pastora (salvia divinorum)’, Litay y Nicholas presentaron el mercado de la planta desde la perspectiva de los habitantes de una comunidad de la sierra mazateca, de donde es oriunda esta planta. Con base en trabajo etnográfico realizaron unos videos sobre el uso de la planta, de los cuales presentaron unos pequeños cortos durante la mesa.

También relataron que en la década de los 80, con la caída mundial de los precios del café, se dió inicio el comercio de salvia; primero recolectaban plantas silvestres, después pasaron al cultivo de traspatio. Pensaban que podía ser un buen negocio ya que la planta, además de abundante, la pagaban bien. Pero el precio ha bajado abruptamente en años recientes: la hoja seca ha pasado de $1400 a $600 pesos por kilo y la hoja fresca de $300 a $60 por kilo -se requieren 7 kgs de hoja fresca para obtener 1 de hoja seca-.

 

La baja de precios ha causado el desinterés de una parte de quienes la comerciaban, pero como la planta crece prácticamente sola, muchos la continúan comerciando aunque el precio sea bajo. Señalan el desconcierto que causa a estos recolectores-cultivadores conocer los precios que paga el consumidor final, del cual ellos no ven sino una pequeña parte. Por ejemplo, ellos venden el kilo de hoja seca en $600 pesos, mientras que el usuario paga $220 pesos por 25 gramos de hoja seca.

A decir de los ponentes, la caída del precio se ha dado en parte por el monopolio de un cacique de la región; pero también en parte por la biopirateria de la planta, ya que la planta se está cultivando en poblaciones cercanas, donde ha sido llevada a través de esquejes y ramas.

La tercera ponencia de la mesa: ‘Usos contemporáneos y conservación de la salvia divinorum en los Estados Unidos’, fue presentada por Robert Stanley. La exposición incluyó los antecedentes de la salvia, las primeras referencias de la planta en la década de 1930 y la llegada de los primeros ejemplares vivos a los Estados Unidos en la década de 1960.

Stanley argumentó que la salvia divinorum es una herramienta efectiva de curación, además de que ayuda en la meditación. Agregó que hay algunos estudios iniciales en MAPS sobre el uso de esta planta para el alivio del dolor, esto a través de la microdosificación. También mostró fotos de su jardín de salvias en el norte de California y señaló que hay grupos de consumo, los cuales mencionó como Comunidades emergentes de prácticas compartidas, uno de ellos el de “Exploradores de la salvia del área de la bahía”; una suerte de Clubes de Salvia donde se realizan sesiones colectivas de ingesta de hojas de salvia. Stanley concluyó la exposición señalando que: “¡Las comunidades y los individuos en los EEUU están en una curva ascendente de aprendizaje!”

Al final de las ponencias se dió una interesante participación del público, en la que más de uno contó sus experiencias personales. Seguimos aprendiendo de la salvia.