Actualmente existe un uso extendido de las llamadas plantas maestras, medicinas ancestrales o enteógenos. A pesar de la prohibición de varias de las sustancias que contienen estas plantas, animales o preparaciones, es evidente que se están popularizando y mucha gente está interesada en tener estas experiencias, ya sea por cuestiones psicoespirituales o por las propiedades que se les adjudican, tanto en investigaciones científicas, como en el ambiente de organizadores y asistentes a ceremonias.
Es pertinente mencionar que estos enteógenos no son inocuos y seguros para todas las personas, por lo que se deben tener ciertas consideraciones para que las experiencias en las ceremonias no sean riesgosas. Por ello mencionaré algunos puntos importantes:
Define bien el tipo de experiencia que deseas y para esto es necesario que investigues acerca de cada uno de los enteógenos, a continuación los más comunes:
Ayahuasca: Preparación que contiene la liana Banisteriopsis caapi, que provee de β-carbolinas que funcionan como inhibidor de la enzima monoamino oxidasa (IMAO) y la planta Psychotria viridis que contiene DMT, entre otras.
Sapo: Secreción del sapo Incilius alvarius (Bufo) que contiene principalmente 5-MeO-DMT.
Hongos: Contienen psilocibina.
Peyote: Cactus que contiene mescalina.
Changa: Mezcla de hierbas para fumar a las que se les infusiona extracciones de DMT y β-carbolinas.
Rapé: Mezcla de hierbas para ser sopladas por la nariz y que contiene principalmente tabaco.
Yopo: Preparación con semillas molidas de yopo que contienen principalmente bufotenina.
Kambo: Secreción de la rana Phyllomedusa bicolor.
Cada uno tiene efectos y preparaciones diferentes que deben considerarse.
La decisión de consumir un enteógeno debe ser tuya y no que alguien te lo sugiera o te obligue.
Es muy importante que tus condiciones física, mental y emocional, estén lo más óptimas posible; sabemos que se promueven como medicinas que curan enfermedades del cuerpo, mente y espíritu, pero lo mejor es no correr riesgos que puedan requerir atención médica o psiquiátrica.
Se te debe ofrecer información detallada sobre la ceremonia, así como las condiciones de preparación que se requieren para asistir. Si no te hablan de los efectos, mecanismos de acción y los riesgos de los enteógenos, es un punto importante para considerar que no están debidamente informados.
Es de vital importancia que se aclaren los criterios por los cuales una persona podría no ser candidata para la ceremonia, habitualmente se incluye una entrevista previa en donde te ofrecen toda la información.
Si padeces alguna enfermedad, informa al organizador de la ceremonia para que te indique qué debes hacer. Tiene que existir una comunicación y resolución de tus dudas durante todo momento, también si consumes algún medicamento o tomaste alguna otra sustancia recientemente, ya que se debe evaluar la posibilidad de interacciones.
Verifica que tengan recomendaciones y de preferencia que alguien que conozcas haya acudido a alguna ceremonia con esa organización. Si te ofrecen un tríptico o discurso en donde se presenten las propiedades del enteógeno como panacea para curar todo tipo de enfermedades, hay que sospechar que es información engañosa.
Sigue las indicaciones y si no las has cumplido informa de manera honesta para evaluar si es conveniente que permanezcas en la ceremonia o sería más adecuado que la pospongas. Las dietas tienen un propósito fisiológico además de la preparación espiritual, y se deben seguir rigurosamente, por lo menos en el caso de ayahuasca y changa, que son preparaciones enteogénicas que particularmente contienen propiedades para inhibir la acción de la enzima monoamino oxidasa, y con esto se es más susceptible a que algunos alimentos causen cefaleas, incrementos de la presión arterial o intoxicación.
Te debes sentir confortable y con seguridad de que has elegido al facilitador más adecuado para ti. Preferentemente elige grupos que tengan terapeutas que ofrezcan seguimiento de integración de la experiencia, se puede requerir si hay secuelas de los efectos o del proceso.
De preferencia que te acompañe alguien de confianza, así no acuda a la ceremonia podría esperarte afuera o pasar por ti cuando termine, si no es posible, avisa a donde irás.
Las sesiones individuales deben estar perfectamente justificadas y tienes que estar de acuerdo con ello. Tampoco es adecuado que la ceremonia se ofrezca para demasiadas personas y debe haber suficiente apoyo para estar al pendiente de todos los asistentes.
De ninguna manera debe haber insinuaciones o aproximaciones con connotación sexual por parte de los facilitadores, ni antes, durante o después de la ceremonia.
Desconfía de quien envía los enteógenos por paquetería y te dice que puedes hacerlo solo en casa, estas sustancias suelen ser muy potentes y requieren de personas con experiencia que te acompañen, ya que es muy importante la dosificación y manera de administración, además de que podrías necesitar contención durante los efectos.
Consideraciones importantes sobre cada enteógeno
En general están contraindicados los fármacos antidepresivos o que promueven la liberación de serotonina como el tramadol, el dextrometorfano y otros, sobre todo con ayahuasca, sapo y changa que implican un gran riesgo por sus mecanismos de acción farmacológica; con hongos, peyote, rapé y kambo debería discutirse con el facilitador y un especialista que conozca del tema.
Las personas con padecimientos cardiovasculares, deberían abstenerse de estas experiencias, a menos que no sean casos severos y que su médico haya determinado que no corre ningún riesgo.
Los antecedentes de trastornos psiquiátricos están contraindicados y suelen ser excluidos como candidatos para las ceremonias de enteógenos.
En el caso del rapé y la changa, debido a su diversidad de plantas que pueden emplearse en su preparación, es conveniente preguntar por su contenido, para evaluar si no hay ningún riesgo si se es particularmente sensible o intolerante a alguna las plantas.
No se recomienda combinar enteógenos, muchos facilitadores lo hacen y lo sugieren, pero considero que no es una práctica responsable y segura para todas las personas. Si alguien tiene la intención de hacerlo, deberá tener conocimientos acerca de la combinación en particular y así no represente ningún riesgo de interacción, hay que asumir que las combinaciones tienen sinergias en los efectos que son difíciles de prevenir, así que esta práctica se debe reservar únicamente para los que ya tienen experiencia consumiendo los enteógenos de manera individual y están conscientes de las intenciones de combinarlos.
La duración e intensidad de cada uno de los enteógenos es variable y en función de eso es que debe desarrollarse la ceremonia, hay personas más sensibles que podrían necesitar más tiempo para recuperarse de los efectos.
Al finalizar idealmente debería haber dinámicas de integración como círculos de palabra, compartir algún alimento ligero como frutas y agua, en algunos casos hay que considerar que la dieta debe continuar por unas horas o días posteriores a la ceremonia, evitando los alimentos que pueden generar malestares.
En conclusión, las ceremonias de enteógenos pueden ser experiencias maravillosas con gran potencial psicoespiritual, pero para que esto ocurra, las condiciones deben estar perfectamente cuidadas, sin que nada nos perturbe durante los efectos y podamos enfocarnos en el proceso de introspección y de la expansión de la consciencia.
El margen de seguridad es amplio, si se llevan a cabo con los conocimientos y responsabilidad que se requiere, en esto es de vital importancia que quien ofrece la ceremonia esté debidamente informado acerca de las dosificaciones, contraindicaciones y qué hacer en casos de emergencia física o mental.
El lugar donde se llevan a cabo las ceremonias debe ser totalmente confortable y seguro para los asistentes, las personas tienen que ser asistidas durante toda la ceremonia para preservar su integridad física, mental y espiritual.