En días pasados sucedió una de las historias más trágicas para el activismo mexicano: el presunto feminicidio de Luz Raquel Padilla Gutiérrez.

Luz, de 35 años, murió el martes 19 por las lesiones provocadas durante el ataque que sufrió el sábado previo, cuando varias personas le rociaron un líquido flamable y le prendieron fuego en un parque público cercano a su casa en la colonia Arcos de Zapopan, Jalisco, causándole quemaduras en el 90% de su cuerpo.

Luz ya había denunciado en sus redes sociales amenazas pintadas en las escaleras del edificio donde vivía, y compartido fotos donde puede leerse: ‘Te voy a quemar viva’ y ‘Te vas a morir machorra’, entre otras amenazas.

Una de las líneas de investigación gira en torno a que, al menos uno de los presuntos atacantes, un vecino se molestaba porque el hijo de luz, quien tiene autismo, ¡golpeaba las paredes y hacía ruidos que no toleraba! Las cuales son reacciones normales en momentos de crisis. Razón por la que este homicidio, también ha sido calificado como un crimen de odio por padecimientos de salud.

Luz ya había sido atacada antes con cloro por uno de sus vecinos, presuntamente el mismo, por lo cual había pedido auxilio en la fiscalía del estado. Sin embargo, las autoridades estatales actuaron de forma negligente y esto llevó a un segundo ataque que resultó mortal. Ahora su hijo Bruno, de 11 años, quien padece autismo severo, ha quedado huérfano.

El presunto atacante se entregó a las autoridades el día miércoles, por lo que se espera que las autoridades puedan deslindar responsabilidades y capturar a todos los perpetradores de este crimen.

Indignación compartida 
El día jueves, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos indignados por el atroz ataque a Luz Raquel, se manifestaron en Guadalajara para exigir justicia y marcharon hacia la Basílica de Zapopan donde le dieron el último adiós.


Luz Raquel era activista en la colectiva Yo cuido México, dedicada a apoyar a personas cuidadoras y que requieren cuidados. También participaba asiduamente de los eventos cannábicos en el estado de Jalisco, pudimos conocerla en 2018 durante el primer Cannafest realizado en Guadalajara. Estaba interesada en el uso medicinal de la mariguana y en los estudios y testimonios de su uso en pacientes con autismo y padecimientos similares, por lo que apenas podía se acercaba a los médicos para preguntarles y aprender las mejores formas posibles de ayudar y cuidar a su hijo Bruno, incluyendo el uso de derivados del cannabis. QDEP.