La substancia conocida como 5 MeO-DMT ha ganado popularidad por sus posibles usos en terapias y tratamientos para desórdenes de salud mental tales como depresión o la adicción. Esta sustancia se encuentra de forma natural en el animal Bufo alvarius, una especie de sapo que habita en el desierto de Sonora (México), y Colorado, Florida y Texas (Estados Unidos).
Esto ha generado que muchas personas comienzan a “ordeñar” de manera excesiva y sin considerar la salud de la especie lo cual genera a levantar alarmas entre los grupos de conservacionistas ambientales.
El proceso de extraer la sustancia de sus glándulas no siempre es realizado de la manera adecuada. Además, les puede generar algo de dolor y estrés.
Encima se debe considerar que los efectos de la crisis climática también ha generado condiciones adversas para la continuidad del Bufo. Tanto así que la especie está en riesgo de ser considerada extinta en el estado de California.
Ante ello, hay quienes proponen un cambio de prácticas para proteger a estos animales. Sin embargo, esta resulta un tanto controversial dentro de la comunidad psicoactiva: usar una versión sintética, creada en un laboratorio, del 5-MeO-DMT.
Y es que hay quienes aseguran que el origen de la sustancia provoca que los efectos no sean totalmente iguales.
Por ejemplo, Alexander y Ann Shulgin, quienes por décadas se han dedicado a estudiar y usar este tipo de sustancias, aseguran que el 5-MeO-DMT sólo compone alrededor del 15% de la ‘leche del sapo’. Además se encuentran algunos como bufoviridina, N-methl-5-metoxytriptamina, 5-hidroxytriptofol, 5-metoxitriptofol, entre otras.
Sin embargo, aún se debate sobre si la presencia de estos compuestos de verdad altera los efectos en el organismo.
En cualquier caso, parece indispensable buscar alternativas de prácticas sustentables y amigables con las demás especies en la comunidad psicoactiva.
Con información de Reality Sandwich