¿Pueden las plantas oír?

Probablemente hayas notado que tus plantas de cannabis no tienen oídos. Sin embargo, esta fácil observación no descarta la posibilidad de que el sonido pueda afectarles a nivel biológico. 

El sonido es la vibración de moléculas a través de un determinado medio, ya sea sólido, líquido o gaseoso. Estas vibraciones viajan a través de un medio comprimiendo las moléculas en el aire. Los humanos somos capaces de detectar el sonido gracias a células especializadas (mecanismos receptores) en el oído; esto es, cuando las ondas sonoras alcanzan el oído los mecanorreceptores responden al cambio de presión y envían señales al cerebro.

La forma en que las plantas "oyen" la música y el sonido sigue siendo desconocida. Sin embargo, una teoría probable sugiere que los mecanorreceptores de las plantas perciben el cambio de presión cuando las ondas de sonido chocan contra ellas y pasan a toda velocidad.

El famoso investigador, científico y antropólogo, Charles Darwin, fue uno de los primeros en experimentar con la energía sonora como forma de estimulación de los vegetales. El experimento más extraño que llevó a cabo con una planta fue sentarse delante de su Mimosa pudica, o "No me toques", y ponerse a tocar el fagot para ver si lograba estimular sus hojuelas, sutiles como plumas, y lograr que se moviesen. (Si quieres saber de más experimentos y conocimientos de Darwin y la naturaleza, encontrarás información en La Vida armónica de las plantas).

El botánico hindú, T. Singh, desarrolló el tema con mayor precisión. Al observar con microscopio la corriente vital que fluye permanentemente dentro de las plantas, descubrió que circulaba a mayor velocidad si se ejecutaba alguna música melodiosa, armoniosa. Y, después de muchos experimentos, determinó que todos los procesos metabólicos se aceleraban con el sonido. Probó este método con un grupo de plantas y obtuvo un crecimiento superior al 70% al de otro grupo que no había recibido el aporte musical. Hoy se aplica esa energía sonora a extensas zonas cultivadas.

Decía T. Singh: "Las plantas estimuladas se energetizan y sintetizan mayores cantidades de alimentos durante un periodo determinado de tiempo, lo cual produce naturalmente mayores cosechas.” Además publicó que su método de estimulación musical hizo que aumentara el número de cromosomas de ciertas especies vegetales acuáticas y el contenido de nicotina de las hojas de tabaco.

En estos estudios también se ha determinado dos tipos de música de distintas cargas, negativas y positivas:

- La música negativa es aquella que choca en tensión con la planta, sonidos nerviosos, no estamos agusto cuando la escuchamos ni nosotros mismos, Masaru Emoto en su trabajo "Mensajes del Agua" determina estos estados negativos: "No se involucran en el crecimiento de las plantas, sino que la alteran y mueren".

- La positiva es la música clásica. Es dudosa la teoría, por más que existan varios estudios que así lo afirman, sobre que las plantas crecen mejor si se les pone este tipo de género. Se puede intentar probar de varias maneras, pero la inglesa es sin duda la más elegante: plantando a la Royal Philharmonic Orchestra delante de un público compuesto exclusivamente por más de 100 variedades y especies vegetales de flor, simplemente para ver cómo se emocionan. Los científicos han afirmado que la música clásica (aunque más concretamente habría que decir “la reverberación de las ondas de sonido de la música clásica”) estimula la producción de proteínas en las plantas. En teoría, esto se cree que lleva al crecimiento de especies vegetales, aunque los expertos a lo largo de los años se han dividido sobre el tema.

También es conocido que a los bichos no les gustan las vibraciones fuertes, por lo que las plagas también podrían desaparecer si la música mantiene regímenes de horarios. 

Realmente lo cierto, y que aseguran los botánicos y científicos, es que las plantas realizan más cosas de las que pensamos. Debido a su alto nivel hormonal, éstas pueden comunicarse entre ellas e incluso sentir dolor. Sobre esto Baldwin realizó diversos experimentos y formuló varias teorías. 

A nosotros la música nos afecta de otro modo, cada uno de nosotros tiene diferentes gustos y a cada uno de nosotros nos provoca sensación de placer diferentes tipos de música... determinar un tipo específico de música para las plantas es más complicado. 

Los animo a probar con sus pequeñas. Mezclar música y marihuana puede producir unos beneficiosos rendimientos si se cumple con el cuidado de vibraciones, melodías y tiempos de escucha. Al fin y al cabo, son seres vivos, y sí influye la música en su crecimiento.

¿POR QUÉ LAS PLANTAS NECESITAN OÍR?

Esta capacidad de detectar el sonido permite a las plantas experimentar el mundo exterior y actuar en consecuencia cuando llegan los problemas. Lejos de ser masas verdes inertes que se mecen con el viento, las plantas son increíblemente conscientes de su entorno.

El sonido de una oruga masticando las hojas de una planta causará que los demás ejemplares aumenten la producción de sustancias químicas defensivas diseñadas para disuadir a los atacantes. Además, las plantas pueden diferenciar entre la energía acústica que significa una amenaza y los sonidos de fuentes no amenazantes.

Una investigación publicada en la revista Plant-microbe-animal Interactions demuestra cómo las plantas incrementan la producción de glucosinolato y antocianina después de ser expuestas a la vibración de una oruga masticando.

Las ondas sonoras no solo influyen en las plantas para reforzar sus defensas, sino que la energía acústica también afecta al crecimiento y la germinación de las plantas. Los experimentos han demostrado una gran diferencia en los tomates sujetos a melodías concretas: los expuestos crecieron hasta duplicar en tamaño a los del grupo de control. Los investigadores incluso encontraron ciertas melodías para inhibir los virus en las plantas de tomate.

Con esto se concluye que es importante estimular a nuestras plantas con sonidos armónicos y orgánicos para tener ¡¡¡mariguanas fuertes felices y potentes!!!

Recomiendo investigar frecuencias que incrementan resinas como frecuencias binaurales para incrementar el THC:

Terapia de ondas cerebrales para estimulación de cannabis (CBD, THC) 30hz, 150 bpm. Resultado: Euforia e incremento de la líbido. Pepe Espinoza