El uso de 20 microgramos de LSD incrementó la tolerancia al dolor y redujeron los niveles subjetivos de dolor y sensación de desagrado, asegura un reporte publicado en el Journal of Psychopharmacology.
El estudio describe que para llegar a esta conclusión se reunió a un grupo de 24 voluntarios a quienes se les administró dicha dosis de LSD. Y pasadas entre 1.5 y 5 horas se les sumergió el brazo en un contenedor de agua con una temperatura de 3 grados centígrados.
Los investigadores esperan que los efectos analgésicos mostrados por la sustancia y sin los efectos psicoactivos pueda ser usada de forma médica. Sin embargo, señalan que es importante realizar más investigación antes de hacer cualquier aseveración contundente.
Ellos también esperan que los resultados abran la posibilidad para que el LSD se vuelva una alternativa a los opioides, sustancias que actualmente generan un devastador problema de salud en los Estados Unidos.
“Sería interesante ver si dosis pequeñas de LSD pueden sustituir un opioide y al menos reducir el potencial de adicción, ya que el LSD no lo tiene”, declaró Johannes Ramaekers, profesor de la Maastricht University de Holanda y autor del estudio.