El profesor Rafael Mechoulam es conocido como “el padre de la investigación del cannabis” por ser quien descubrió tanto al compuesto activo tetrahidrocannabinol (THC) como al sistema endocannabinoide, por el cual se regulan muchas funciones del cuerpo humano. Ahora presenta su más reciente avance y un compuesto que asegura es mucho más potente que el THC y el cannabidiol (CBD) en algunos usos médicos.
Nos referimos al ácido cannabidiolico (CBDA) el cual, de mano con la compañía de biotecnología EPM, lograron estabilizar de modo que es más fácil realizar investigaciones de tipo farmacéutico. “Originalmente hay un ácido que aparece en la planta, y estos son un misterioso mundo de compuestos que son mucho más potentes que los cannabinoides” explicó Mechoulam en una entrevista a Forbes.
La innovación en este caso consiste de un método de desarrollo, llamado estratificación, que permite modificar los ácidos en una forma que los mantiene estables lo suficiente para permitir su uso a gran escala.
Según el equipo de investigación de Mechoulam, el CBDA tiene un gran potencial para suprimir la ansiedad y las náuseas, lo cual podría ser una gran diferencia en pacientes de cáncer en quimioterapia, así como pacientes con Enfermedad de Intestinos Inflamado o Psoriasis.
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El investigador añadió que este compuesto puede ser tan efectivo como otros medicamentos disponibles en el mercado y con menos riesgos de efectos no deseados. “Necesitamos con urgencia nuevas drogas en múltiples enfermedades y algunas de las disponibles pueden a final de cuentas causar efectos secundarios. Tenemos hoy en día dos grupos de compuestos que necesitan un reemplazo: los esteroides y los opioides. Nosotros creemos que el cannabis carga la habilidad de introducir reemplazos a estas familias”.
Y si bien el CBD ha sido el foco de las tendencias comerciales por sus múltiples propiedades terapéuticas y beneficios, la patente de EPM en el uso de el CBDA es la primer ocasión donde se prueba que una droga derivada del cannabis puede sustituir a las sustancias ya en uso sin cambios mayores en su eficiencia.
“Comparamos nuestro compuesto no solo con cannabinoides, sino también con drogas existentes que son aplicadas hoy”, Mechoulam explicó. También compartió que para el caso de la Enfermedad del Intestino Inflamable comparó su CBDA con otros dos productos convencionales: prednisona y una “droga biológica”. En ambos casos probaron una actividad muy similar.
Mechoulam exclamó su entusiasmo ante la posibilidad de que en próximos años exista un mercado del CBDA “paralelo al del CBD mismo”. Y señaló la importancia de regular estas drogas corréctamente para su uso médico para evitar efectos no deseados. “Las compañías deberían ser cuidadosas al momento de asegurar beneficios terapeúticos en sus productos. Necesitan hacerlo acorde a la regulación para crear consistencia en el lenguaje”.
Recordemos que los cannabinoides se encuentran en la planta en forma ácida de manera natural. Entonces la diferencia entre el THCA o el CBDA y el THC/CBD ocurre cuando se eleva la temperatura para descarboxilar los compuestos y así dotarlos de sus propiedades psicoactivas. Es por ello que el THCA no te pone pacheco, mientras que el THC sí lo hace.
Con información de: forbes.com/