Paul Stanford es el fundador de la Fundación del Cáñamo y el Cannabis así como de la Campaña de Estados Unidos y la Campaña por la Restauración y Regulación por el Cáñamo. Con sus clínicas desarrolló una importante red de trabajo en los estados con regulaciones para el uso medicinal; y su labor como activista en las últimas décadas lo ha llevado a enfrentarse a enormes compañías que comienzan a participar de la industria del cannabis.

También será juez en la próxima edición de la Jalisco Cannabis Cup. En entrevista exclusiva con La Dosis compartió su perspectiva sobre el cambio tan vertiginoso que ha vivido el mundo de la marihuana.

The Hemp and Cannabis Foundation

El activismo de Stanford se remonta a la década de los 80, tiempo durante el cual vivió en Washington D.C. en 1984 participó de una iniciativa que pretendía avanzar en el tema de la regulación de la planta. Aunque fracasó, cimentó los inicios de su camino en la lucha verde. Incluso se cuenta que en su casa Jack Herer escribió el primer borrador de su seminal libro “El Emperador no lleva ropa".

La Fundación del Cáñamo y el Cannabis (THCF por sus siglas en inglés) fue fundada por Paul Stanford en 1999 en Portland, Oregon. THCF ha ayudado a muchas personas a obtener permisos para uso medicinal de cannabis a través de sus 250 mil clínicas en Estados Unidos, entre ellas al canta-autor de country y amante declarado de la marihuana: Willie Nelson.

La historia de THCF sería una de éxito de no ser porque, según narra Stanford, le fue arrebatada por los grandes capitales canadienses.

Fue en 2014 (en vísperas de la regulación para uso personal o ‘recreativo’ en el estado) que se le acercaron con interés de invertir junto con él y sus clínicas. El acuerdo al que accedió Stanford le permitía mantener un 55% de las acciones de la empresa y un firme control sobre sus decisiones.

Sin embargo, por medio de varias estrategias legales, los canadienses le dejaron fuera de la jugada y redujeron su participación a 0.0002% y nada de dinero. Desde entonces, Paul mantiene una lucha legal por recuperar su empresa.

El cambio sigue

Desde que Paul Stanford comenzó su camino como activista hasta la fecha, el mundo del cannabis ha cambiado tremendamente. Él mismo luchó durante décadas para que el cannabis legal sea una realidad en Oregon. “Ahora, donde estamos en Oregon, es completamente legal. Estoy en una oficina y a tan sólo 3 cuadras hay una tienda donde venden cannabis”.

Para él, es claro el contraste entre los grandes y los pequeños. “Hemos visto el desarrollo de pequeños negocios y grandes negocios que están intentando adueñarse de tanto como sea posible. Muchos de los grandes negocios están basados en Canadá”.

A continuación, Stanford recuerda el caso de Cronos, una compañía canadiense que se dedica al rubro de la marihuana. Ésta empresa fue adquirida por el grupo empresarial Altria, quienes compraron por 1.8 billones de dólares estadounidenses el 54% del interés en acciones. Altria también es dueña de Phillip Morris, la compañía que fabrica los cigarrillos de tabaco Marlboro. “Las personas que hacen los cigarrillos se han aliado con Cronos”.

También, hace alusión a que ellos personalmente le han atacado. Esto, por el pleito legal que mantiene por recuperar su empresa, la cual fue renombrada con el nombre de Empower Clinics y cuenta entre tres de sus fundadores a, Alan Friedman, Alan Rootenberg y Ryan Roebuck, quienes también son fundadores de Cronos. 

Por último, asegura que el cambio también está en forma de las regulaciones las cuales complican a las empresas sus operaciones. “Las regulaciones que tienes en el invierno podrían no ser las mismas regulaciones que tendrás en el verano, y serán diferentes para el otoño”. 

Paul Stanford participará como juez en la próxima Jalisco Cannabis Cup donde compartirá más sobre su experiencia en la industria del cannabis.

Con información adicional de huffpost.com y medium.com