La especie Cannabis sativa es una planta cuyo origen se ha identificado en el continente asiatico hace aproximadamente 10 mil años. A partir de los usos que los humanos le hemos dado, hemos diseminado las semillas de esta planta por prácticamente todo el mundo. A continuación contamos la historia de cómo el cannabis llegó al continente americano.

Si bien los pueblos que habitaban el continente americano ya conocían de plantas psicoactivas (previo a la llegada de los europeos) el cannabis no era una de ellas. Esto porque la primera vez que de este lado del atlántico se tuvo contacto con cualquier cosa proveniente de la planta fue cuando llegaron los navíos de Cristóbal Colón el 12 de octubre de 1492.

Así es, esto gracias a que las cuerdas estaban hechas de fibra de cáñamo. En aquel entonces, éste era un recurso textil muy importante por su gran rendimiento y duración.

Es por ello que, una vez conquistados los nuevos territorios, se apresuró para que se sembrara cáñamo como parte del aprovechamiento de la tierra.  

“...a los indios, para vivir bien, les ha faltado principalmente, antes de la llegada de los españoles: lana fina, cáñamo, lino, plantas y cuatropeas”.- Fray Juan de Zumárraga, (1531).

Se sabe que fue un tal Pedro Cuadrado (uno de los conquistadores que integraban la expedición de Pánfilo de Narváez) quien comenzó a sembrar cáñamo en América.

Así, con el esparcimiento de la planta amiga, era cuestión de tiempo para que se descubriera su potencial psicoactivo por parte de los pobladores americanos. También fue incluida en la farmacopea, la cual era un listado de plantas y sus propiedades médicas.

Es así que, desde su llegada hace 528 años, la planta de cannabis ha convivido en su mayor parte de forma pacífica y sana con los pobladores de dichas tierras. Es apenas en el último siglo que emerge la persecución hacia sus usuarios, la cual esperemos termine pronto.

Con información adicional de: cupihd.mx