Carrie Fisher es una figura icónica conocida en primer parte por su papel como Leia Organa en la saga Star Wars, y en segunda parte por complicado trasfondo de su pasado que implica una historia de abuso de sustancias y depresión; ambos que en tiempos recientes y gracias a nueva evidencia científica se han visto contrarrestados con cierta ayuda de psicodélicos como el LSD.

A causa de su reciente deceso en 2016, así como el relanzamiento de la franquicia Star Wars, revivió para el imaginario colectivo las dificultades y la lucha que libró Fisher a lo largo de su vida, por lo cual se le recuerda con un gran estima. Sería acertado decir que para muchos, esta princesa transformada en comandante representa posibilidad de recuperación de la adicción y la depresión. No olvidemos que recién fallecida ella, durante la entrega de los Globos de Oro de 2017, Meryl Streep la recordó con una frase que adjudicó a la propia Fisher: “toma tu corazón roto y conviértelo en arte”.

En el documental Have a Good Trip: Adventures in Psychedelics Carrie nos cuenta una experiencia con LSD en la que logra sentirse “normal” y en la cual expresa una gran paz y armonía con su propia vida: 

“En ese entonces aún no tenía problemas con las drogas. Aún no había entrado en la zona de peligro” refiriéndose al uso de opiáceos. “Organizaba viajes a distintas partes del mundo para tomar ácido. Hacía estas cosas y olvidaba que me parecía a alguien llamado Princesa Leia o lo que haya sido para la gente”.

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En la película recuerda de un viaje que hizo a las Islas Seychelles “Tomamos ácido y ¡oh dios mío! Estábamos en una playa donde no había nadie. Filmaba con mi cámara super 8. Estaba filmando a un amigo, estaba todo bien y de repente percibí… sentí un desequilibrio en la fuerza. Me di vuelta y (estaba topless) nos dimos vuelta y había un autobús lleno de personas de japón.

“Resulta que estábamos donde llevan a almorzar a los turistas. En ese momento creo que fui la Princesa Leia en una forma profunda. Sin nada de ropa

“Tomaba ácido y pensaba: Ah, todo tiene sentido. De hecho, cuando me dijeron que era bipolar, fui a ver al médico y le dije: Cuando tomaba ácido me sentía normal”.

En la misma película el investigador y psiquiatra Charles Grob, uno de los principales impulsores de la reforma al control de sustancias como los psicodélicos, asegura que éste muy bien puede ser un resultado directo del uso de la sustancia. Según Grob, el estado provocado por el LSD pudo llevar a Fisher lejos de la constante abrumación que sufría por ser una súper estrella a una corta edad.

“Quizá se sentía normal al tomar LSD cuando había alcanzado la fama por las sensaciones antinaturales que percibía. Al ser una persona pública debió sentirse desconectada de sí misma. Y la experiencia con el LSD le permitió acceder a un elemento esencial, a su propia esencia. Se habrá sentido más auténtica en ese sentido” remarca Grob.

Cabe añadir que Grob ha conducido las primeras pruebas de fase clínica aprobadas por la Food and Drug Administration para el uso terapeútico de moléculas como el MDMA.

"Cuando tomaba ácido me sentía normal".-

Carrie Fisher  21 de Octubre 1956 –  27 de Diciembre 2016

Carrie Fisher abandonó este plano de la existencia el 27 de diciembre de 2016 y a la fecha uno no puede evitar preguntarse: ¿qué habría sido de Fisher si las condiciones le hubiesen permitido continuar con un uso más informado de la dietilamida de ácido lisérgico (LSD)? ¿habría combatido su depresión y adicción a los opiáceos con otras herramientas? ¿Sería su historia menos trágica? 

¿Representa Carrie Fisher a la población mundial y la lucha que muchos países libran contra la depresión y las muertes por uso de opiáceos?