Después de que se conoció que el pasado viernes cinco alumnos de secundaria se intoxicaron tras haber consumido brownies con marihuana. El gobernador Miguel Barbosa Huerta ordenó a la Secretaría de Educación Pública (SEP) establecer medidas de cuidado en todas las escuelas para que no vuelvan a ocurrir casos de introducción de sustancias tóxicas.

"Hay que impedir que vuelva a ocurrir esto, brownies de marihuana; no, bueno, al rato será arroz con leche con mota", mencionó, luego de insistir a los padres de familia que cuiden a sus hijos.

Además el gobernador lamentó que entre los adolescentes se dé este tipo de comportamientos y que "de manera consciente se consuma este tipo de droga. Luego les pasa algo a los muchachos y señalan que es el gobierno el que no los cuidó".

"Los primeros que tienen que cuidar a los jóvenes son sus papás. Por favor señores, no nos hagamos, a los niños, a los menores hay que hacerlos crecer, volverlos hombres y mujeres de bien, y no hacernos como que no sabemos nada de su vida", agregó.

Cabe resaltar que el gobernador se ha manifestado a favor del uso medicinal y científico de la mariguana e incluso en pasadas ocasiones señaló: “Esta sigue siendo la droga que más se consume, ahora por barata en el país, sigue siendo la droga con menos consecuencias en el organismo, pero de que tiene consecuencias las tiene y de que yo conozco casos de personas que han fumado marihuana por toda su vida las conozco”.

Y en otra: “Quiero decirles que yo no conozco la cannabis bajo ninguna forma, nunca la he visto en hierba, nunca la he visto en un cigarro, en un carrujo, en una tacha, de ninguna manera. No me ha hecho falta para nada conocer, menos probar la cannabis”.

Que el gobernador se haya manifestado antes a favor de la mariguana pero ahora haya reprendido a los alumnos y padres de familia por el consumo de brownies en una secundaria, y que además haya pedido a la SEP medidas de seguridad en vez de información sobre la mariguana para los jóvenes, es el reflejo de la falta de ideas claras en el gobierno para construir políticas de drogas desde una perspectiva de reducción de daños y adecuadas a la realidad juvenil actual.