El juicio a Genaro García Luna (GGL) está por concluir, al momento de escribir esto solo faltaba la sentencia Por la Corte Federal de Brooklyn, Nueva York, desfilaron testigos que dieron testimonio sobre cómo el “superpolicía” se relacionaba con capos del tráfico internacional para exportar cocaína hacia los Estados Unidos.

Más allá del veredicto de culpabilidad sobre los delitos imputados a GGL en los EE.UU., en los testimonios hubo detalles que resultan de interés para la política de drogas en México en general y los usuarios de mariguana en particular.

Uno de ellos es la clave "por 45, todos en 35", usada para que los agentes dejasen de revisar maletas y aviones durante hora y media o más, tiempo en el que entraban drogas, dinero y armas; según contó el ex policía federal Raúl Arellano, quien trabajaba en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en el 2007. Este testigo agregó que la policía federal contaba con un grupo especial para pasar cocaína de un avión a otro, y que una parte quedaba en tierra, probablemente para los mercados locales.

El Rey Zambada convalidó la historia de que el aeropuerto capitalino era una puerta de entrada de cocaína al país, y agregó que entre 2005 y 2008 -año en que fue detenido-, sobornó a policías federales y locales para su control. Sobornos de policías locales que probablemente incluyeron acuerdos sobre el mercado local; entre 2002 y 2008 el consumo de cocaína se duplicó en el país –del 1.2 al 2.4% de la población–, aumentando en 1 millón 350 mil el número de usuarios. Aumento que el presidente Calderón dijo deberse al mayor poder adquisitivo de los mexicanos.

La ley contra el narcomenudeo 
GGL fue Director de la Agencia Federal de Investigación durante el gobierno de Vicente Fox (2000-2006) y Secretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012); gobiernos en los que se gestó la ley contra el narcomenudeo. Una primera ley fue aprobada en 2004, pero fue vetada por el presidente Fox, la ley actual fue aprobada en 2009, año en que GGL inició su implementación.

Con la ley contra el narcomenudeo se empezó a perseguir masivamente a usuarios en posesión de unos pocos gramos de marihuana u otras sustancias ilícitas. A partir de introducir una cantidad tan baja para sancionar su posesión, miles de usuarios empezaron a ser detenidos y sancionados por narcomenudeo, lo que el presidente Calderón mostraba como indicador de éxito en su guerra contra las drogas. Es una ley que funciona para sancionar a usuarios más que a microtraficantes, una ley que parece más de control social que de seguridad.

A partir de los testimonios vertidos en el juicio de GGL, que exponen a una policía federal subordinada a los grupos de traficantes, cabe preguntarse si la ley contra el narcomenudeo fue diseñada, no solo para aumentar detenciones que justifican la guerra, sino también para deslindar a la policía federal del narcomenudeo -las policías locales serían las encargadas- y pudiera concentrarse en el narcomayoreo; y, según cuentan varios testimonios,no para combatirlo sino para trabajar en él -incluso invirtiendo su dinero en la compra de drogas.

En otras palabras, la ley contra el narcomenudeo propició que miles de usuarios fueran detenidos como narcomenudistas para justificar la política de guerra contra las drogas, mientras la policía federal trabajaba en su tráfico.

Continuidad de la ley contra el narcomenudeo 
Tristemente, esta ley que criminaliza a los usuarios se ha mantenido vigente ya durante tres gobiernos ¡y con 3 partidos distintos!, dando continuidad a las detenciones de usuarios que son extorsionados y/o procesados judicialmente como narcomenudistas. En el caso del gobierno actual, incluso pese a la Declaratoria General de Inconstitucionalidad de la SCJN en materia de mariguana.

¿Por qué la 4T ha mantenido la ley contra el narcomenudeo que criminaliza a los usuarios de drogas? No se sabe, pareciera contradictorio en tanto que fue implementada durante el gobierno de Calderón, político antagónico de AMLO, impuesta en un tiempo en que el encargado de la seguridad pública nacional pactaba con traficantes –a decir de los mismos traficantes–, y usada para detener usuarios en un volumen tal que hiciera parecer que la guerra contra las drogas se iba ganando.

Lo que sí sabe es que la permanencia de esta ley continúa afectando nuestros derechos como usuarios.