El cine ha sido parte fundamental en la educación de las sociedades modernas desde el fenómeno cultural y temática western hasta el mainstream, a tal grado que muchos de los considerados comportamientos comunes han sido introducidos a través de la pantalla grande y, entre ellos, los prejuicios de la prohibición del cannabis.
El Festival Internacional de Cine Cannábico surge de ahí mismo: de la idea de que el cine es un gran adoctrinador masivo pero puede ser, al mismo tiempo, una herramienta emancipadora. Así, con cámaras en mano y buenas ideas, también es posible contribuir de maneras inimaginables a la erradicación del paradigma de la prohibición que, al menos en México, cumplió en 2020 cien años.
El pasado viernes 27 de noviembre el Festival Internacional de Cine Cannábico (FICC) llevó a cabo su tercera edición, aunque por la emergencia sanitaria fue completamente digital y gratuito.
A las siete de la noche y a través del Facebook Live del Festival, Instagram, Youtube y su página web oficial, la gala fue inaugurada por Tania Magdaleno e Ivan Librado, fundadores de la fiesta cinematográfica cannábica.
En entrevista para La Dosis, Magdaleno explicó que el objetivo del festival “es sensibilizar a la gente en este tema tabú, no sólo en nuestro país y en el resto del mundo. Y contrapuntear cómo se vive el cannabis tal vez en Uruguay, cómo se vive en México”,etc.
¿Cómo viven lxs mexicanxs su vida con el cannabis? ¿Cómo lo viven lxs venezolanxs? ¿Y lxs uruguayos donde ya es legal? Todas estas preguntas pueden resolverse con sólo mirar un corto, una serie o una película que lo muestra y el FICC fue el espacio abierto para ello.
Al inicio del programa, el youtuber cannábico Pío, del canal La Chora de Pío, fue el invitado especial con dos cortometrajes, en una oportunidad para conocer diversidad de trabajos audiovisuales más allá de los formatos tradiciones.
“Como se pueden dar cuenta, en el Festival Internacional del Cine Cannábico, no solamente damos apertura a los cortometrajes o a la producción de forma análoga, sino que también nos vamos a la parte digital. (...) Damos cobijo a la gente que realiza materiales a través de Youtube e internet”, mencionó Ivan Librado durante el festival.
El primer invitado internacional fue Argentina con Pablo Macías, integrante del Frente de Organizaciones Cannábicas Argentinas (FOCA) y productor de la serie web documental Quinto Elemento.
La serie muestra la vida y obra del profesor Lozax, un conocido activista y cultivador cannábico argentino experto en la planta. La serie consta de cinco temporadas las cuales puedes encontrar en Youtube en el canal Danger Lozax, y muestra sus técnicas de cultivo con su manera genuina, didáctica y divertida de compartirlo.
El siguiente invitado fue Venezuela, con acción Crew presentando el cortometraje La Pálida, trabajo audiovisual de apenas un minuto producido con teléfonos celulares, el cual retrata la vida de un dealer en el país latinoamericano; cabe destacar que en 2019, dicho corto fue uno de los 50 seleccionados para participar en el Festival de Cannes, compitiendo con otros 88 países de todo el mundo.
“En venezuela existe un grupo de represión policiaca como tal controlado por el Estado que persigue la producción e incluso la distribución (...) incluso el autocultivo(...) y han sido allanados, incluso han recibido años de cárcel y a veces tortura. Es un tema delicado pero es necesario discutirlo”, explicó Edsel Sierralta, el director detrás de la obra cinematográfica.
El siguiente invitado fue el cineasta Fernando Saicha, desde Argentina, quien se conviritó en la primera persona del sur continental en venderle legalmente poco más de dos toneladas de marihuana al gobierno uruguayo. Fernando se presentó con Misia Jalaná (Estate quieto), una documentación de los comienzos del primer plantío legal de cannabis recreativo en el mundo filmado en Uruguay, todo con equipos diferentes entre los que se incluyen celulares y cámaras de seguridad.
Más adelante se presentó La Esquina de Godot, directo desde Uruguay y producido por Godot Films; Las Sanadoras de Rodrigo Occelli; Cannalatino de Danielle Cerutti desde Denver, E.E.U.U. y finalmente Una casa con 10 pinos, del argentino Martín Ochoa. Se contó con la participación de todos los directores.
Si eres unx cannábicx apasionado por el séptimo arte, no te quedes sin ver el festival y el trabajo audiovisual completo a través del siguiente link:
https://www.facebook.com/FICCAMX/videos/1516387881886607