El día de ayer pudo ser histórico. El paciente Carlos iba a recibir por primera vez de parte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) un medicamento hecho a base de cannabis. Pero su madre Margarita se negó a recibirlo puesto que el medicamento que le ofrecían no cumplía con los requisitos básicos para garantizar la salud de su hijo.
Momentos antes, Garfias (quien forma parte de la organización "Bienvenidos a Holanda") aseguró que el hecho sería “histórico” puesto que es un reconocimiento al derecho de la salud que se logra tras una ardua lucha de litigio estratégico. En un tweet ella compartió el día 10 de febrero
Sin embargo, aquel día no se lo entregaron por falta de un certificado de análisis del medicamento, necesario para asegurar la calidad del producto. Entre otros requisitos que no se cumplieron, está la falta de documentación que garantice que el fabricante cuenta con los necesario para producir medicamentos de este tipo.
Además, señaló que el producto que le ofrecían era de CBD aislado con añadido de THC, aún cuando el grupo colegiado de médicos “se había pronunciado por un CBD enriquecido grado médico como inicio de tratamiento” algo conocido como full spectrum o espectro completo. “Aunque los 2 estén en el mismo frasco no hacen un full spectrum” enfatizó Garfias.
En México la Ley reconoce el uso médico del cannabis desde 2017 (al menos en cierta medida). Sin embargo, el acceso legal y seguro a esta sustancia para los pacientes no ha sido una realidad. Por un lado, el autocultivo está completamente descartado, a pesar de que es la única vía real de acceso al cannabis para muchos de ellos. Por otro lado, sólo se contempla la importación de algunos productos de cannabis, lo cual a decir de muchos solo favorece a las empresas.
El caso de Garfias trasciende porque un Juez en la Ciudad de México, junto con un Tribunal Colegiado, emitieron una sentencia que reconoce el derecho a la salud con uso de cannabis como un derecho prioritario y ante el cual el Estado debe agotar todas las posibilidades con fines de garantizarlo.
Julio Salazar de México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), organización que ha participado del litigio estratégico, señaló en el pasado que esto implica, que el gobierno debe crear las condiciones para que el paciente haga ejercicio de su derecho a la salud con el tratamiento que más le convenga y que él decida. Por ejemplo, importar el medicamento y dárselo al paciente.
“El derecho a la salud implica que tú puedes escoger el tratamiento que prefieras. Que las autoridades tienen que hacer todo lo posible para darte condiciones de que tengas tu tratamiento. Es un paso muy importante en la lucha de los pacientes. Estas condiciones hacen esta diferencia. Lo que vamos a empujar es que con esos términos, una vez que obtienes tu permiso de uso personal, en realidad legalmente no hay forma de acceder a la sustancia”.
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“En ese caso, al tratarse de un tratamiento, la autoridad al menos tendría que poner las condiciones para que sí pueda hacerlo en definitiva. Para que pueda tener su tratamiento en las mejores condiciones. Incluso apoyándolo en los trámites necesarios o suministrándolos de ser necesario”.
Este bajo esta premisa que se obliga a la Secretaría de Salud y al IMSS a darle a Garfias y su hijo el medicamento de cannabis, sin embargo al parecer el sistema de salud fue incapaz de cumplir por falta de conocimiento en torno a los cannabinoides para uso médico.
La sentencia de MUCD también reconoce la posibilidad del autocultivo y procesamiento del cannabis como una vía legítima para ejercer el derecho a la salud.
“Esta sentencia es un paso importante para que el autocultivo de cannabis para uso médico sea reconocido como una vía para que los pacientes atiendan a su salud, y por lo tanto es un derecho de máxima prioridad. Con la sentencia logramos que, no solo un juez, sino un Tribunal Colegiado (que ya es una sentencia inapelable, definitiva) reconociera el autocultivo como una vía posible para tener un acceso a un tratamiento."