Un estudio realizado por la Universidad de Chile muestra que el consumo de alcohol y mariguana se redujo en adolescentes durante los años de pandemia. Por el contrario, los factores de riesgo para su salud mental aumentaron.

Esto con base en una encuesta realizada en 6 municipios de la zona metropolitana de Santiago, donde además se ha implementado el modelo islandés de prevención del consumo de drogas en adolescentes, conocido como Youth Planet, desde 2018.

El Dr. Adrian Mundt, investigador principal del proyecto, detalla que “el modelo propone trabajar a nivel comunal con equipos municipales y de los colegios, la implementación de actividades de ocio supervisadas, mayor tiempo con los padres y la creación de un claro discurso de rechazo al consumo de sustancias en adolescentes”.

Además agrega que la estrategia cuenta con una evaluación del consumo adolescente, a través de una encuesta que se aplica cada dos años a todos los alumnos de segundo medio en las comunas que se comprometieron a participar; en ella, se miden la prevalencia de consumo, factores de riesgo y protectores en la población adolescente, entre otros.

En el año 2020, sin embargo, las medidas de aislamiento introducidas para contener la pandemia de COVID-19 cambiaron la vida de los adolescentes y su entorno social. Por lo que, la encuesta 2020 tuvo por objetivo evaluar los cambios en la prevalencia del consumo adolescente de alcohol y cannabis antes de la pandemia (2018) y con la pandemia en curso (2020).

¿Qué hallazgos realizaron?
Entre los resultados destaca una importante disminución de la prevalencia acumulada (alguna vez en la vida) de consumo de mariguana, de 28 a 19%, y alcohol, de 80 a 70%, "el consumo de alcohol en el último mes bajó de 46% a 33%”, detalla el doctor Mundt. 

El académico explica que las medidas introducidas para contener la pandemia llevaron a un cambio del entorno social que generó una menor presencia de algunos de los factores de riesgo para el consumo adolescente, como “el haber estado fuera de la casa después de las 22:00 horas, el consumo de alcohol y de cannabis en pares, la embriaguez en pares en el último mes”.

Sin embargo, el doctor también advierte que otros factores de riesgo empeoraron, como los síntomas ansiosos y depresivos, es decir, "la pandemia puede haber afectado la salud mental de los adolescentes”.

Los investigadores son moderados al celebrar los resultados como efecto directo de la aplicación del modelo Youth, y agrega que “la investigación futura tiene que mostrar si las reducciones observadas en este estudio sobre el consumo de sustancias por parte de los adolescentes fueron sostenibles en el tiempo después de la reapertura de todas las actividades escolares y después del regreso de las interacciones normales con los compañeros entre los adolescentes”.

Por otra parte, estos resultados invitan a reflexionar sobre la influencia del acceso a la sustancia como factor de riesgo en el consumo de drogas, dado que se observa una disminución mayor en el consumo de cannabis, sustancia ilegal, que del alcohol, sustancia legal; lo que implicaría que las condiciones del acceso ilegal, además del consumo mismo, se habrían dificultado durante la pandemia, quizás por las medidas de aislamiento social.

Con información de: Universidad de Chile.