Los trastornos alimenticios, como la bulimia y la anorexia, son la segunda enfermedad mental más mortífera, después de la adicción a los opioides. Trágicamente, el 26% de lxs estadounidenses con trastornos alimenticios atenta contra su propia vida. Cada año, 10,200 lo logran. Eso supone una muerte cada 52 minutos. Por último, estos trastornos son extremadamente frecuentes, ya que se calcula que el 9% de la población estadounidense luchará contra uno en algún momento de su vida.

Recientemente la Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodélicos (MAPS) publicó un estudio que descubrió que la terapia asistida con MDMA reducía significativamente los síntomas de los trastornos alimenticios.

En el estudio trataron a 90 pacientes con Trastorno por estrés postraumático  (TEPT), el 46,5% presentaba síntomas de trastornos alimenticios en el rango clínico o de alto riesgo.

La gravedad de los síntomas de los trastornos alimenticios se midió mediante una escala denominada evaluación EATS-26. Las puntuaciones pueden oscilar entre 0 y 78, y una puntuación más baja indica menos síntomas. Quienes poseen una puntuación de 20 o más tienen más probabilidades de sufrir un trastorno alimentario, mientras que las puntuaciones de 11 a 19 indican que la persona está en alto riesgo. De quienes recibieron el tratamiento con MDMA, a diferencia del grupo de placebo, hubo 12 participantes con una puntuación entre 11 y 19, y cinco que tuvieron una puntuación de 20 o más.

De los cinco pacientes que recibieron MDMA y que tenían una puntuación diagnosticable en el EATS-26, cuatro mejoraron lo suficiente como para reducir su puntuación por debajo del umbral para un diagnóstico de trastorno alimentario. Esto se compara con el grupo placebo, donde los 6 participantes con síntomas clínicamente relevantes permanecieron en una categoría diagnosticable. Esto demuestra claramente que la MDMA tiene un efecto medible en el tratamiento de los síntomas del trastorno alimentario, al menos en aquellos con síntomas más graves.

En los 12 pacientes del grupo de la MDMA que tenían una puntuación de 11 a 19, después del tratamiento, el número se había reducido a seis. Mientras tanto, de los 12 del grupo placebo, después del tratamiento, todavía había 11 pacientes con una puntuación de 11 o más. Nuevamente, esto demuestra que el tratamiento con MDMA tuvo un claro efecto positivo en la disminución de los síntomas de los trastornos alimenticios.

En primer lugar, todos los pacientes tenían TEPT, por lo que si los trastornos alimenticios eran únicamente un síntoma del TEPT, y la terapia con MDMA trataba eficazmente el TEPT, entonces el trastorno alimentario también podría desaparecer. Necesitaríamos ver los datos sobre tratamientos con MDMA para quienes sólo padecen trastornos alimenticios antes de hacer afirmaciones más definitivas.

En segundo lugar, la muestra era muy pequeña. Sólo contaba con 11 pacientes con trastornos alimenticios diagnosticables, y 24 que estaban en riesgo. Cualquier estudio futuro debe contar con una población más amplia para garantizar que cualquier cambio no se deba a la mala suerte. O, dicho de forma más científica, para garantizar que haya significación estadística.

Por suerte, ya tenemos varios estudios previstos para profundizar en este tema. En primer lugar, la misma MAPS tiene en marcha un estudio de fase 2 para probar el tratamiento con MDMA de los trastornos alimenticios. Los investigadores señalaron “nos entusiasma mucho ver estos datos, ya que serán nuestra mejor indicación hasta ahora de si la terapia con MDMA puede tratar los trastornos alimenticios”.

Aunque, por supuesto, se necesitan más datos, tiene sentido que la terapia con MDMA pueda tratar los trastornos alimenticios. Se ha planteado la hipótesis de que estos suelen tener sus raíces en traumas muy arraigados. Por ejemplo, la percepción de no estar a la altura de determinados estándares de belleza en la infancia, lo que provoca vergüenza interna y autodesprecio que persiste en la edad adulta.

La razón por la que la MDMA y otros psicodélicos han tenido éxito en el tratamiento de enfermedades mentales como el TEPT, la depresión y la adicción, es que estas sustancias te permiten enfrentarte a tu trauma de frente, aceptarlo y, finalmente, aceptarlo. En este contexto, ampliar la terapia psicodélica para tratar los trastornos alimenticios tiene sentido.

Aunque aún es pronto, estos datos prometen bastante. Tal vez en el futuro podamos afirmar que la terapia con MDMA es un tratamiento eficaz para los trastornos alimenticios.


Con información de Psychedelic Spotlight.