Por décadas el estereotipo del pacheco holgazán ha permeado en el imaginario colectivo de la sociedad. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en Frontiers in Public Health revela que la mayoría de los encuestados usan marihuana antes o después de su actividad física para incrementar su goce y para recuperarse del ejercicio.

Publicado por Ross Bailie de la Universidad de Sídney, Australia, este estudio examinó las actitudes y comportamientos sobre el uso de cannabis y el ejercicio en adultos que tienen acceso legal a la planta en Estados Unidos. De un total de 605 personas, el 81.7% consumían marihuana antes o después de su entrenamiento. Estos, tendían a ser varones y jóvenes.

Los usuarios también reportaron que esto les llevaba a realizar más minutos de ejercicio tanto aeróbico como anaeróbico por semana. De igual forma, este consumo les provocaba mayor disfrute de su actividad y un mejor descanso una vez terminada. La mitado aseguró que esto incrementaba su motivación para ejercitarse.

¿Y el síndrome amotivacional, apa’?

Esto parece contrastar con uno de los términos que más resuenan durante los debates y foros sobre la regulación del cannabis: el síndrome amotivacional.

Este podría definirse como “un estado de pasividad e indiferencia, caracterizado por disfunción generalizada de las capacidades cognitivas, interpersonales y sociales, debido al consumo de cannabis durante años que persistiría una vez interrumpido dicho consumo.”

Por lo general éste es presentado como uno de los riesgos más graves del uso de cannabis, y se utiliza como contra-argumento de quienes abogamos por que lo correcto para la salud pública es regular esta sustancia.

Y si bien algunas variedades tienen fama por provocar un gran estado de relajación, somnolencia y pasividad, lo cierto es que los efectos varían tanto de persona a persona como de cogollo a cogollo.

Cabe la pena recordar que la marihuana y el mundo del deporte se relacionan cada vez con mayor frecuencia. Las historias más visibles vienen de la NFL (Liga de Fútbol Norteamericana, por sus siglas en inglés) donde los jugadores y ex-jugadores recurren a las propiedades terapéuticas del cannabis para tratar lesiones causadas en el campo de juego.

Esta investigación abre la discusión hacia una nueva relación entre el cannabis y la actividad física. Pero, ¿y si yo quiero introducir el cannabis a mi entrenamiento?

Leer: Cannabis y ejercicio: si piensas hacerlo, toma en cuenta estos puntos

Pero en pocas palabras, lo primero es conocer bien a la planta y contar con cierta condición física antes de experimentar. No es ideal que un novato tanto en el consumo de marihuana como en el ejercicio haga esto por la simple razón que no sabe con certeza qué interacción tendrá en su cuerpo.

El método de consumo también es importante. Algunos prefieren vaporizar pues les permite una dosificación controlada, y casi nadie recurre a los comestibles pues sus efectos son más intensos y duraderos.

Luego, está el elegir una variedad de flor adecuada para ello. De preferencia una que ya conozcamos y seamos capaces de controlar.

¿Tú cómo incluyes al cannabis en tu entrenamiento?

 

Fuentes:

https://www.ipitia.com/sindrome-amotivacional/

https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpubh.2019.00099/abstract