En la entrada anterior explicamos cómo obtener un terreno y sustrato óptimo para el cultivo de hongos. También se vieron algunos métodos para esterilizar los recipientes. Ahora, explicaremos lo más importante de nuestro cultivo: cómo obtener las esporas y introducirlas a nuestros huerto.
Esporas en una Jeringa.
Se recomienda utilizar esporas de Psilocybe cubensis por ser las más resistentes a los errores humanos. También, se enfatiza la importancia de mantener los materiales y el ambiente estéril, por lo que se deben evitar las corrientes de aire u otras fuentes de impurezas.
Evidentemente, las esporas provienen de otro hongo. Éste debe ser joven y encontrarse aún en crecimiento. Una buena señal es si “la capucha” se encuentra plana o apenas volteandose. Se corta lo más alto en el tallo posible. Después, se coloca la capucha sobre un pedazo de papel (estéril) y se coloca un vaso de vidrio encima (sí, estéril también).
Pasados un par de días las esporas caerán del hongo. Se distinguirá como polvo con tonos cafés y púrpuras. Es posible usar el papel como envoltorio para guardar el material, doblando los bordes y pegando con cinta adhesiva. Siendo cuidadosos para no contaminar. En un ambiente fresco, seco y oscuro las esporas pueden durar hasta 18 meses.
Cuando vayan a ser utilizadas, sólo viértelas sobre un vaso, vacía una jeringa de agua en su máxima capacidad y vuélvela a succionar. Repite este paso unas cuantas veces para asegurar que estén bien mezcladas. Si las esporas están secas, dales unas 6 horas para que se re-hidraten.
Inocular el sustrato.
Si recuerdas de nuestra entrada anterior, necesitas un frasco con el sustrato adecuado. Ahí es donde inyectarás las esporas, con la aguja insertada hasta donde te sea posible.
Ahora coloca el frasco en un lugar oscuro y tranquilo. Poco antes de la primer semana aparecerán los primeros hongos en forma de “pelusa blanca”. En otros 20 días el frasco estará colonizado.
Leer: Introducción al Cultivo de Hongos Psicodélicos: terreno, sustrato y esterilización.
Si hay partes aún libres, no se debe abrir el frasco. Cuando todo el sustrato está ocupado por nuestro hongo, no hay cabida a otros competidores como bacterias u otro tipo de moho.
Deshazte de la vermiculita suelta en la parte superior del frasco. Gira el recipiente boca abajo y deja que todo se desliza fuera. Colócalos con gentileza en el terreno (cuya construcción también se revisó en el post anterior).
El ciclo de crecimiento
Una vez completado lo anterior, la colonia de hongos sólo necesita humedad, temperaturas entre los 21°C y los 32 °C, y un poco de luz. El tiempo que les tome en desarrollarse y crecer depende en que tan bien se acondicionó el terreno y preparó el sustrato.
Al principio, la tierra recién vertida adquiere un color blanco brillante. Después, se desarrolla el esponjoso micelio (red de fungi). Eventualmente comenzarán a formarse pequeños “pines” café oscuros. Estos se convertirán en las capuchas de los nuevos hongos.
Por último, se debe tomar en cuenta que mientras más crezca un hongo más nutrientes requerirá éste del sustrato, impidiendo el crecimiento de otros hongos. También se sabe que un hongo joven produce mayor cantidad de psilocibina.
Ahora conoces lo básico para cultivar tus propios hongos psicodélicos. Es importante mencionar que probablemente no te salga del todo bien a la primera, por lo que conviene tener materiales para intentarlo más de una vez (más de una jeringa con esporas, más de un sustrato, más de un terreno, etc.)
También recordamos la importancia del ambiente estéril. Por falta de espacio no se menciona, pero todos los materiales utilizados en cada paso deben estar limpios y libres de impurezas (jeringas, cuchillos, recipientes, guantes, etc). Eso beneficiará el crecimiento y desarrollo de los hongos.
En próximas entradas comentaremos algunos métodos para conservar y consumir los productos de nuestro cultivo.