Los bongs guardan un lugar especial en el corazón de los marihuanos fumadores. A través de un mecanismo muy sencillo, filtran el humo para generar bocanadas suaves y frescas. Si aún no tienes o no conoces los potenciales de un bong, pon atención a lo siguiente.

Material

La versatilidad de esta pieza de parafernalia no tiene límites. Ya sea para novatos que busquen nuevas formas de fumar marihuana, o para usuarios experimentados que necesitan ciertas especificaciones a la medida en su bong.

Primero, tenemos los distintos materiales. A mayor calidad, mejor será la preservación del sabor conforme pase el tiempo y la facilidad para limpiar el bong.

Los bongs de plástico son una buena opción para los primerizos. Son de bajo precio y corta duración, pero cumplen el propósito esencial. Además, los hay de diferentes tamaños, por lo que puedes usarlos todos hasta que encuentres lo que más conviene para ti.

Después están los de silicón. Son un buen paso intermedio previo al vidrio, pues su precio es ligeramente elevado, pero su duración y calidad es superior a los anteriores. Finalmente, los de cristal son la pieza ideal. Uno de estos bongs bien cuidado puede durar toda una vida. Sólo se debe ser precavido con no romperlo, evidentemente.

Tamaño

Más grande no necesariamente es mejor. Si bien, un bong gigante es ideal para compartir entre los amigos y la fiesta, implica algunos inconvenientes que conviene tener en cuenta. El primero de ellos es que se necesita una capacidad pulmonar de inhalación considerable para dar el jale a todo el aire dentro de bong. Esto puede provocar ataques de tos en gente poco experimentada.

También se debe prever una cantidad suficiente de cannabis en el bowl, pues si la combustión continúa cuando la flor se haya consumido por completo, se liberarán subproductos de la ceniza que nada aportan a la experiencia psicoactiva y generan daños serios a la salud en el largo plazo.

Respecto a los concentrados y extractos, lo más conveniente son tamaños menores. Mientras más chico el bong la degustación del sabor será más fina y disfrutable.

Formas

En cuanto a formas, la imaginación del artesano es el límite. Hoy en día un bong puede adquirir prácticamente cualquier forma. Estas van desde la más simple (un tubo recto) hasta otras como los zig-zag, los beaker bongs, los fabereggs y los bubblers.

Estos últimos son, en realidad, más bien pipas de agua, pero las incluimos de todas formas por que cumplen la misma función (filtrar un poco del humo).

Percoladores, recicladores y atrapacenizas

Todos estos dispositivos buscan el mismo objetivo: lograr el humo más limpio y el sabor más fresco posible.

Los percoladores son segmentos con agua y tubos más pequeños que obligan al humo a separarse en burbujas. El reciclador es un “camino o vuelta extra” que enfría el humo. Y el atrapacenizas hace precisamente eso: contener la ceniza en un apartado especial para que no entre en contacto con el resto del agua.

Aunque no son indispensables, estas pequeñas variaciones hacen un gran diferencia a la cual, una vez acostumbrado, difícilmente podrás renunciar.

Arte

Hay bongs que son verdaderas piezas de arte. Sin duda alguna son la opción si se trata de un regalo o una conmemoración especial. Algunas de las más exóticas son: