La noche del domingo 2 de julio, agentes del Servicio Secreto norteamericano encontraron una bolsita sandwichera con polvo blanco en la Casa Blanca, lo que provocó la evacuación de la casa presidencial, era cocaína.

Un portavoz del Servicio Secreto dijo que el descubrimiento provocó una alerta de seguridad elevada y una breve evacuación de la mansión, y agregó que el departamento de bomberos de D.C. determinó que la sustancia, que se encontró en un “área de trabajo del ala oeste”, no representaba una amenaza.

El portavoz se negó a decir específicamente cómo estaba empaquetado. Se limitó a decir que el presidente Biden se encontraba en Campo David ese fin de semana y que la sustancia fue encontrada por miembros del Servicio Secreto que realizaban rondas de rutina en el edificio.

Sin embargo, el mismo domingo a las 8:49 p.m., un bombero del equipo de materiales peligrosos del departamento de D.C. transmitió por radio los resultados de una prueba: “Tenemos una barra amarilla que dice clorhidrato de cocaína”. La breve transmisión se registró en el sitio web openmhz.com, según The Washington Post, que permite a las personas escuchar transmisiones de radio en vivo y archivadas de los departamentos de policía y bomberos. 

Uno de los funcionarios familiarizados con la investigación dijo que esa transmisión correspondía al suceso de la Casa Blanca del domingo por la noche. Y describió la cantidad de la sustancia como pequeña.

Además, tres personas que hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato, según el mismo diario, dijeron que los agentes de seguridad encontraron el polvo en “una pequeña bolsa de plástico transparente”.

​​El presidente Joe Biden fue informado sobre la investigación del descubrimiento de cocaína en el piso del vestíbulo del ala oeste de la Casa Blanca, la cual es muy visitada por personas externas,  y cree que es “increíblemente importante” que el Servicio Secreto determine cómo llegó allí, dijeron funcionarios el miércoles siguiente.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca informó el miércoles siguiente que hay “una investigación sobre la causa y la manera” de cómo la sustancia ingresó a la Casa Blanca, aunque aún no se ha identificado a quién llevó las drogas. El Servicio Secreto, responsable de la seguridad de la Casa Blanca, continuaba revisando los registros de visitantes y las imágenes del sistema de seguridad.

Un análisis de laboratorio secundario y más sensible confirmó los resultados.

Con información de The Washington Post.