Ilustración: Adam Waito

aHubo un momento de la historia en que era común que una cerveza tuviera todo tipo de propiedades psicoactivas. Un texto de Diana Hubbell rescata los múltiples ingredientes que se utilizaban en la chela con varios fines entre los que se encuentran el opio, ajenjo y mandragora, entre otros.

Si bien hoy en día el consumo combinada de alcohol y otras sustancias no es recomendado, en el pasado era común usar plantas de todo tipo en la preparación de la cerveza. “Históricamente, las hierbas fueron usadas para estabilizar cerveza, retardar su caducidad, incrementar su palpabilidad y encubrir defectos del proceso. También para imbuir la cerveza de cualidades medicinales y hacer su potencia más fuerte o incluso alucinógena” describe la Compañía de Cerveza de Oxford, Inglaterra.

Por ejemplo, los Vikingos tenían una receta de cerveza Gotlandsdricka, la cual supuestamente tenía en sus ingredientes opio y ajenjo. Y la cerveza de origen Finés, sahti, era infusionada con todo tipo de forraje de plantas.

“Todos le echaban de todo tipo de cosas. Si bien hoy en día hay una distinción entre la cocina y la farmacología, antes la división no era tan cala, entonces era común que las plantas medicinales se mezclaran en la cerveza” aseguró Jeffrey Pilcher, profesor de Comida e Historia en la Universidad de Toronto. Por ejemplo, actualmente la mayoría de las cervezas usan agentes específicos para hacer más amarga y de mayor duración los productos finales, pero en el pasado esta se lograba usando todo tipo de ingredientes naturales.

 Por ejemplo, desde el siglo X hasta el s. XVII la cerveza popular tenía el nombre de gruit, la cual se llamaba así por el impuesto que se cargaba sobre plantas como romero, forraje de pantano y otras plantas comestibles usadas en el proceso de manufactura de la cerveza.

Plantas como el beleño negro, pudo haber tenido un papel fundamental en este proceso durante miles de años.Cuando se consume en pocas cantidades, puede inducir alucinaciones vívidas y una sobre-dosificación o sobredosis puede ser fatal. A pesar de ello, esta planta fue ingerida por humanos en la antigüedad. “Creo que la cerveza de beleño negro debió ser amarga. Hay evidencia de las semillas en algunos hallazgos arqueológicos y en referencias textuales. Puede que haya sido usada como ayudante para dormir” explicó Plicher.  Se refiere a un antiguo sitio de fermentación de cerveza céltico donde fueron encontradas las semillas.

Por su parte, el doctor y antropólogo alemán Christian Rätsch añade: “No hay planta psicoactiva conocida que no haya sido agregada a la cerveza en algún punto. Los antiguos egipcios fermentaban cerveza con mandragora, los Incas usaban hojas de coca, y en Siberia se usaban setas…”

Hoy en día hemos visto un fenómeno similar con el surgimiento de las cervezas infusionadas con cannabis. Algunas usan los compuestos psicoactivos como el THC y el CBD, otras se limitan a explorar otras propiedades del cáñamo. Pero sin duda alguna habla de esta histórica fascinación por los productores de cerveza de usar ingredientes insólitos.

Uno solo puede preguntarse ¿Qué tipo de cervezas habrá en el futuro?