Cada día se habla más en occidente de terapias alternativas basadas en el uso de sustancias psicoactivas. El uso de plantas, sustancias producidas por animales o algunos brebajes en contextos de tipo tradicional está cada vez más extendido en espacios urbanos y por personas ajenas a las culturas tradicionales.
Una de ellas es la ayahuasca. Se trata de bebidas de la región amazónica. Dependiendo de dónde se produzca, el tipo específico de preparación, las plantas que utilizan, etcétera, cambian sus nombres: Están la ayahuasca, el yagé, el nishi cobin, entre otras; sin embargo todas funcionan más o menos igual: son bebidas que infusionan plantas con alto contenido de dimetiltriptamina (DMT) y otras que poseen inhibidores de la monoamino oxidasa (IMAO’s).
Una de las variedades más conocidas es propia del amazonas brasileño, en la que se decoccionan banisteriopsis caapi (poseedora de IMAO’s) y psychotria viridis (concentrada en DMT). La única forma de obtener los efectos de la DMT mediante la vía digestiva, es inhibiendo a la monoamino oxidasa, debido a que estas enzimas destruyen al DMT mucho antes de que sea metabolizado.
Llama la atención que entre las culturas indígenas del amazonas, en donde literalmente existen miles de variedades distintas de plantas, hayan descubierto que mezclando dos de ellas en una infusión, se pudiera transitar hacia otros mundos, según su cosmovisión. La primera vez que se especuló que los efectos de la ayahuasca son causados por la mezcla de DMT e IMAO’s fue en 1968. Fueron Holmstedt y Lindgren, pioneros en la investigación sobre ayahuasca, quienes lo señalaron.
El uso de estas bebidas entre las culturas amazónicas del Brasil, Perú, Venezuela, Ecuador, Colombia y Bolivia, es milenario. Los chamanes amazónicos han colocado a esta bebida en un plano central de su estructura ritual. Los efectos de la DMT, sustancia activa en la ayahuasca, son de los más potentes conocidos del universo de drogas psicodélicas, por lo que si se decide usar, es importante estar bien informado sobre los efectos que se pueden esperar.
En México, la ayahuasca se encuentra en una zona ambigua de la ley, pues la preparación como tal no está penada en las leyes; por esta razón existen diferentes centros y personas que realizan ceremonias con ayahuasca, sin embargo la DMT sí está prohibida, por lo que se trata de uno más de los ejemplos que demuestran lo incongruentes que son nuestras políticas de drogas.