Puede que estemos ante los últimos meses de marihuana ilegal en México, y eso es una gran victoria. Pero la nueva relación que tendrá nuestra autoridad con la planta amiga aún deja muchas preguntas. Lo que más nos preocupa es ¿al final del día, qué tan beneficiados saldremos los consumidores?
El nuevo Instituto del Cannabis
Una cosa sí está clara, será una nueva dependencia la encargada de vigilar todas las actividades, regulaciones, e incluso derechos que se den en torno a la marihuana. El llamado Instituto Mexicano para la Regulación y Control del Cannabis.
Éste, será un órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud. Quiere decir que, aunque dependerá de dicha secretaría, no está subordinado a ella. Similar es el caso de el Sistema de Administración Tributaria (SAT), el Instituto Politécnico Nacional, o el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
En cierta medida esto es favorable, pues da chance a que tome decisiones con algo de autonomía e idóneamente en beneficio y respeto los derechos de los consumidores.
Leer: Estos serían tus derechos como
consumidor de marihuana
¿Cuáles serán sus obligaciones?
En primer lugar se enlista como garantía los enfoques a la salud pública y de reducción de riesgos y daños. Esto es perfecto siempre que se manejen estándares científicos válidos, no mitos y falsedades como se ha hecho hasta el momento.
El Instituo, también estará encargado de vigilar los procesos de producción de todos los productos, para así asegurar la calidad y seguridad de los mismos. Y aquellos que se considere pueden ser nocivos tendrán que retirarlos del mercado.
Y uno de nuestros puntos favoritos, es que deberán “promover, realizar o comisionar la investigación científica, médica y sociocultural relacionada al cannabis y sus productos”. Nos parece un excelente paso para compensar el gran retraso que llevamos en este rubro particular.
Pero no todo es tan chido. De hecho, es más lo que puede hacer el Instituto de lo que tal vez nos gustaría. Revisemos algunos puntos:
No podrás comprar cualquier cogollo
Por ejemplo, determinar “el número de variedades de cannabis con diferentes relaciones de THC y CBD que se puede cultivar para fines comerciales”.
La relación THC/CBD no es más que cuánto hay de cada una en la planta. Por ejemplo, una variedad 1:2 tiene una molécula de THC por cada dos de CBD.
¿Quiere esto decir que habrá flores que no se podrán vender simplemente por su contenido en cannabinoides? Suena algo descabellado, tomando en cuenta de que es realmente difícil producir dos cogollos exactamente idénticos, con lo que mantener un registro de contenido justo será un tanto complicado.
¡No te metas con mis cogollos!
También es alarmante las medidas que se pretenden implementar hacia el cultivo personal. Recordemos que para ello se podrán tener hasta 20 plantas en floración y que la producción de flor no rebase los 480 gramos al año por persona (punto polémico también que ya tocamos en esta nota:
¿Es suficiente el límite de 480 gramos de marihuana al año propuesto por MORENA?
Y que las cooperativas no podrán exceder los 150 miembros y tienen prohibido vender marihuana.
Aunado a esto, todos aquellos que cultiven para uso personal (en solitario o cooperativa) deberán registrarse en un “padrón anónimo”, lo cual parece excesivo. Sobretodo si pensamos que el autocultivo es un derecho ya reconocido por la Suprema Corte, siempre que no se afecte a terceros. Y al caso de las cooperativas las respalda otro derecho: el de libre asociación
¿Por qué tendríamos que pedir registrarnos para ejercer nuestros derechos? ¿No les parecería igual de ridículo el registrarnos para cultivar tomates, papas, chiles o cualquier otra planta o vegetal?
¿Cómo funcionará el Instituto?
Para el Instituto básicamente se identifican tres principales áreas. La dirección general, el Consejo Consultivo y el Consejo Ciudadano.
Las primeras dos son bastante regulares. Al director general lo designará la Secretaría de Salud y entre otras cosas podrá: suscribir acuerdos, formular lineamientos, coordinar acciones generales, y representantar legalmente al Instituto.
El consejo consultivo serán 7 personas representantes de algunas secretarías de Estado como la de Gobernación, Educación Pública, Salud, Hacienda, etc. Sus funciones serán las de evaluar, presentar propuestas, diseñar y proponer la política nacional en torno al cannabis, etc.
Mientras tanto, el Consejo Ciudadano estará conformado por “siete personalidades ciudadanas” quienes podrán ser propuestas por instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil. Ellos, podrán presentar propuestas, vigilar, y evaluar las actividades del Instituto. Este podría ser un buen contrapeso ante cualquier abuso de poder.
Entonces, querido lector, después de leer esto ¿crees que esta dependencia será tu aliado en el ejercicio de tus derechos? ¿o será un obstáculo para los mismos?