El HPPD (Hallucinogenic Persisent Perception Disorder o Desorden de la Percepción Alucinógena Persistente) es un desorden neurológico poco estudiado en el que una persona experimenta 'flashbacks'(remembranzas’ ) en los que se generan deformaciones de la percepción visual. Suele ocurrir tiempo después de tomar alucinógenos (por ejemplo, LSD o peyote) de manera crónica o al tomar grandes dosis de estos. 

A diferencia de los flashbacks inmersivos provocados por drogas como la escopolamina del floripondio, una persona con HPPD solo tiene alteraciones visuales y no revive en ningún otro aspecto de la sensación de estar drogado. Por esta misma razón es que el HPPD no causa que las personas tengan delirios o delusiones por lo que quien lo padece generalmente es consciente de que se trata de una alteración visual y puede determinar lo que es real y lo que no (por ejemplo, lo que se supone debería de estar quieto o no). Estos flashbacks aparte de generar ansiedad pueden volverse molestos si ocurren con frecuencia o duran mucho tiempo y por la misma razón se describen dos tipos de HPPD.


-Agudo (Tipo 1) : La persona experimenta el cambio en la percepción visual de forma aleatoria y breve. Muchas ocasiones es detonado por consumo de Cannabis.


-Crónico (Tipo 2) : Las personas con este tipo de HPPD experimentan cambios continuos y crónicos en su visión. A diferencia del Tipo 1 las deformaciones visuales no dejan de aparecer por largos periodos de tiempo.


Ambas pueden intensificarse o no según el régimen de consumo de substancias psicoactivas en general por parte del afectado (osea, los hábtios de uso como frecuentia, uso combinado, tipo de sustancias etc).

Los síntomas

Los trastornos visuales se intensifican si el afectado fija su visión por mucho tiempo. Los síntomas visuales que puede experimentar una persona con HPPD incluyen:

-Auras visuales: Los objetos, particularmente los brillantes, aunque se puede llegar a observa en absolutamente todos los objetos y seres, parecieran tener un anillo o un límite difuso a su alrededor, como un aura.

-Cambios en la percepción del color: Los colores pueden ser difíciles de distinguir, aparecer como un color completamente diferente o incluso como uno jamás antes visto. Aunque lo más común es que observemos una intensificación general de los colores.

-Deformaciones: Las dimensiones de un objeto pueden alterarse. Por ejemplo, un objeto puede parecer que se derrite, cambia de forma o de manera similar, los objetos en visión periférica pueden parecer más grandes o más pequeños de lo que son. Es común ver ondularse líneas que sabemos son rectas.

-Falsos movimientos: Puede parecer que un objeto o varios de estos se mueven cuando están quietos. Tal vez se llegue a ver que una lámpara se desliza del buró cuando no está ocurriendo o que el cuadro de la pared se desliza hacia la derecha, cuando eres totalmente consciente de que eso no puede estar pasando.

-Nieve visual: El aire y el vacío parecen granulados y texturizados; es como si hubiera una estática de muchos pequeños puntos en sitios donde no hay absolutamente nada. A esto se le llama nieve visual. Tiene un aspecto granulado, de cierta manera también aterciopelado pero apareciendo en forma estática, a veces influenciada por patrones geométricos sobre todo si se observa en obscuridad absoluta.

-Visualización de patrones y geometría: Se puede llegar a ver un patrón visual en un objeto que otros no pueden ver, estos a menudo son geométricos, como una textura de tablero de ajedrez apareciendo sobre la pared rugosa de tu cuarto, por ejemplo.

Test de detección: LSD, MDMA y más. 

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El tratamiento


Se han visto grandes mejoras en el uso de Lamotrigina, Naltrexona, benzodiacepinas y SSRIs al tratar el HPPD. Es difícil generar un diagnóstico oficial ya que podría ser confundido con trastornos más graves como la esquizofrenia. 

Por lo general, es evidente para una persona que experimenta HPPD que no está viendo las cosas como solía hacerlo y la clave es diferenciar si la persona se da cuenta o si vive delirios con delusiones de estas visiones. Se recomienda mantener un ambiente con el menos estrés posible parar el consumo de todo psicoactivo, pero especialmente de cannabis y alucinógenos, iniciar una dieta rica en Omega 3, antioxidantes, magnesio, calcio, hierro y otros nootrópicos. Algunas personas reportan ver desaparecer los síntomas en cuestión de semanas, mientras que otras llevan años sin consumir y siguen padeciéndolo con la misma intensidad. Necesitamos investigación y regulación de estas substancias para entender mejor este tipo de fenómenos.

Conclusión


Para unas personas suele ser angustiante experimentar este desorden. Para otros quienes lo padecemos podría resultar una accidental expansión permanente de nuestros sentidos y quizá estos patrones sean información medible y legible que podría revelarnos profundos secretos de nosotros mismos y del Universo. Nos proyecta que la realidad es menos autónoma de lo que parece, podría depender más de cada individuo.

Así mismo queda claro que si bien los psicodélicos no son mortales, tienen un bajo potencial de abuso, no son adictivos y poseen un gran potencial terapéutico no son inocuos. Estas son algunas de las consecuencias negativas que pueden ocurrir si se consumen estas substancias de forma irresponsable. Y que se encuentran en una nueva faceta de ‘santificación’ por ciertos sectores de la sociedad, aunque en otros continúan siendo satanizadas.

Fuentes:

https://link.springer.com/chapter/10.1007/7854_2016_457

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3736944/

https://www.bjmp.org/content/25-years-hallucinogen-persisting-perception-disorder-diagnostic-challenge

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3736944/

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3736944/