La vaporización es un método de consumo de marihuana único en su tipo. Los beneficios que ofrece van desde una mejor experiencia en el uso de la flor, una dosificación más efectiva y los cuidados a nuestra salud pulmonar.
Esto último cobra especial relevancia en los últimos meses (por la aparición del nuevo coronavirus), en los que nos es indispensable cuidar a nuestros pulmones, tal vez con mayor atención que nunca. Para ello es importante cambiar de la combustión a la vaporización.
¿Qué es la vaporización?
En pocas palabras este proceso consiste de elevar la temperatura de modo que los cannabinoides alcancen su punto de ebullición. En este momento se desprenden de la materia vegetal en forma de vapor. Según la temperatura a la que se vaporice es posible aprovechar unos cannabinoides sobre otros, por lo que la mayoría de los vaporizadores cuentan con un sistema de modulación de temperaturas. Lo mismo con los terpenos, las moléculas aromáticas de la marihuana y que tienen ciertas propiedades medicinales y terapéuticas, son mejor aprovechados a las bajas temperaturas que ofrecen los vaporizadores.
El resultado es un vapor, más tenue en comparación del humo del toque tradicional y mucho más discreto en cuanto a su aroma.
Además en la vaporización se aprovecha una mayor cantidad de los cannabinoides disponibles, mientras que métodos como la combustión permiten un aprovechamiento de únicamente el 10% de los cannabinoides presentes en la flor. Es así que la vaporización se considera una forma más efectiva de usar cannabis.
Salud pulmonar: vaporización vs combustión
La principal diferencia entre la combustión y la vaporización es que la primera conlleva como subproducto algunas toxinas que pueden ser perjudiciales a la salud pulmonar, por ejemplo monóxido de carbono, amoniaco y carbohidratos poliaromáticos.
En ese sentido es que se destacan los beneficios de la vaporización, pues este proceso está exento de los subproductos de la combustión.
De hecho, si es que se busca usar el cannabis como parte de algún tratamiento médico, la vaporización representa a única alternativa a la combustión cuando se busca una administración vía inhalación pulmonar. Y es que según el caso, ésta puede ser la vía más efectiva para administrar los cannabinoides.
“El vapor es absorbido rápidamente por los pulmones permitiendo a los pacientes una optimización efectiva de sus dosis basados en la severidad de sus síntomas, tolerancia y evitación de los efectos secundarios (...) Esto hace a la vaporización la opción obvia y más saludable para administrar un amplio rango de compuestos terapéuticos presentes en la planta de cannabis” asegura un artículo publicado por el laboratorio Bedrocan.
¿Dónde comprar un vaporizador?
En México existen tiendas especializadas en ese tipo de productos y con atención particular para usuarios de cannabis. Á continuación compartimos una lista de nuestras favoritas, no solo por su oferta de productos y su excelente precio en la calidad, sino también por la garantía para evitar la piratería, pues son distribuidores directos. Así mismo, cuentan con refacciones por lo cual el vaporizador amplía su vida útil y no queda inservible cuando pierdan la boquilla o se agota la batería (como muchas veces pasa):
Sácale provecho a tu vaporizador
Para sacarle todo el jugo a tus cogollos con un vaporizador te compartimos los siguientes tips:
- Mantén limpia la resistencia para que la vaporización sea lo más efectiva posible.
- Muele la flor lo mejor que puedas (el grinder es tu amigo)
- Cuando rellenes con flor recuerda dejar el suficiente espacio para que haya flujo de aire.
- Alterna entre las temperaturas disponibles en diferentes patrones (ej. empieza a vaporizar la carga en la temperatura más baja y ve subiendo hasta que te acabes la flor).