El uso de cannabis para combatir el dolor no es ninguna novedad. Una forma de esto aceptada dentro del conocimiento popular es la maceración con alcohol para las reumas. También, múltiples usuarios han encontrado alivio para dolores menores a través de los toques cotidianos, mientras que el uso de dosis altas se ha probado útil en el tratamiento de padecimientos más severos de dolor.
A continuación presentamos un breve resumen del tema
Una revisión sistemática de un cúmulo importante de evidencia científica conducida por la doctora Penny Whiting encontró moderada evidencia de que el uso médico de cannabinoides funciona para el dolor crónico. Siendo más específicos: “Hubo evidencia de calidad moderada para sugerir que los cannabinoides pueden ser beneficiosos para el tratamiento del dolor crónico neuropático o por cáncer (THC fumado y nabiximols) y la espasticidad debida a la EM (nabiximols, nabilona, cápsulas de THC / CBD y dronabinol)”.
Sin embargo, la comunidad médica aún no reconoce a plenitud el uso médico de cannabinoides para tratar del dolor, puesto que aún no se cuenta con el suficiente respaldo de evidencia científica.
El estudio Dolor y Opioides en Tratamiento (POINT por sus siglas en inglés) conducido en la Universidad de Nueva Gales del Sur, Sydney (y que tuvo cuatro años de duración) encontró que los participantes que usaban cannabis reportaron (durante una serie de pruebas) experimentaban mayor dolor y ansiedad, además de que el dolor interfería más en sus vidas, en comparación a aquellos que no utilizaban cannabis. Este resultado es contradictorio con otra parte importante de la evidencia.
Esta falta de sentido y consistencia probablemente se debe a la falta de investigación científica a lo largo de periodos extendidos de tiempo. Después de todo, el uso de cannabis para el dolor ya es una práctica recurrente en deportistas de alto rendimiento o ex-atletas de importantes ligas como la NFL y la UFC.
En el pasado la productora y distribuidora de cannabis medicinal canadiense, Aurora Cannabis Inc., estableció un convenio con la Ultimate Fighting Championship (UFC) para desarrollar estudios clínicos de CBD relacionados con el manejo del dolor, la inflamación, lesiones, recuperación del ejercicio y bienestar mental, anunciaron el martes pasado a través de un comunicado.
Por su parte ex jugadores de la NFL han reclamado el libre acceso al cannabis y sus derivados, pues múltiples investigaciones han probado su efectividad en combatir el dolor crónico, la inflamación muscular, lesiones en los huesos y, en particular, encefalopatía traumática crónica, el cual afecta a los jugadores a una tasa alarmante.
“Después de mi tercera lesión en la rodilla relacionada con el fútbol, los doctores me diagnosticaron artritis a mis 24 años. Tuve un total de nueve cirugías y sufría de (my current ailments) daño a los nervios, un reemplazo de rodilla y otros males que no mencionaré” comparte en un texto Jack Brewer, ex-jugador de los Vikingos de Minessota.
Brewer también describe cómo el equipo médico de la NFL le prescribió “medicamentos tóxicos” con el puro interés de disminuir la inflamación, controlar el dolor, reducir su tiempo de recuperación y, así, regresa en cuanto antes a la cancha de juego. “Si hubiere usado marihuana, la cual muestra prometedores resultados e implica un mínimo riesgo de daño a los órganos, la NFL me hubiera multado y habría enfrentado cargos” explica Brewer.
Así mismo, un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medicina en la Universidad de San Diego, California, reportaron que los adultos mayores usan cannabis principalmente con fines médicos para tratar una variedad de condiciones comunes entre las que se encuentre el dolor. Esto se suma a la gran cantidad de reportes anecdóticos a lo largo del mundo.
¿Cómo usar cannabis para tratar el dolor?
No hay respuesta corta o sencilla puesto que cada caso es diferente. Si se trata de un malestar general o cotidiano sería conveniente explorar las varias formas de consumo así como distintas dosis para encontrar la mejor relación con la planta amiga. Esto, siempre con la información necesaria respecto a cada forma de uso (por ejemplo, los pormenores del uso de comestibles o los concentrados de cannabis).
En cambio, si se busca un tratamiento para una enfermedad o condición específica lo mejor es acercarse a algún profesional de salud de confianza que nos oriente al respecto.