Con información de Mishel Dávila

Foto: Feminismo&Flow

La tarde del 8 de marzo en el #PlanTÓN420 se llevaron a cabo distintas actividades conmemorativas por el Día Internacional de la Mujer.

Para empezar, el lugar fue punto de reunión para el contingente de mujeres cannábicas. En entrevista para La Dosis una integrante del contingente forjando porros, forjando luchas, contó que entre ellas se prepararon para cualquier imprevisto. Platicaron con una enfermera sobre medidas de seguridad, prepararon un botiquín, comida, agua, entre otras acciones. “Compartimos la ubicación con otras chicas que no vinieron se quedaron monitoreando la marcha. Nos organizamos bastante”.

Ella cuenta que quedaron de reunirse en el Plantón antes de unirse al contingente principal. “Llegamos desde las 11, todas como a las 12:30. Hicimos un ritual antes de salir al contingente, un ritual con la coatlicue y con plantas de cannabis. Prendimos velas con sal, pedimos protección y ofrecimos las intenciones para la marcha y salimos a marchar”. 

Eso, no sin antes prenderse. “Fumamos un montón, aquí que es legal, y partimos al Monumento a la Revolución. Estaba llenísimo”. Sobre el tamaño del contingente asegura que “creemos que llegamos a ser hasta 50 y tantos chicas, porque se nos fueron sumando”. 

Para su sorpresa, el resto de mujeres fue tolerante y respetuoso hacia el consumo de cannabis.”Pensamos que íbamos a fumar menos, fuimos a ver qué onda. Pero como no estaba la policía dentro de la marcha y las chicas de alrededor entendían nuestra lucha, porque sí hubo quien entendió la lucha de quienes queremos la legalización, pues fumamos todo el camino. Bien chido, cómodo y rico”. 

Por último, compartió una reflexión sobre el ser mujer usuaria de cannabis en la ciudad:

“Creo que es un acto revolucionario porque es hacer lo que tu quieres. Como mujer  implica un riesgo conseguir la hierba o ir a comprar. Una detención es más riesgosa, por esto estamos aquí para ser cannábicas, feministas y libres.”

Luego, por la tarde se llevó a cabo el círculo de masculinidades, donde los usuarios de cannabis se reunieron a platicar sobre temas de género. Ed Zamudio (@ojazorojazoclub) platicó lo siguiente:

“Fue un conversatorio. La temática fue machismo y prohibicionismo. Tratamos de abordar estos paralelismos que nosotros consideramos vienen de un mismo monstruo, de una misma maquinaria. Son cabezas diferentes de una mala educación que hemos arraigado, nos provoca estigmas, prejuicios, que son tóxicas para nosotros en sociedad, para todas y todos. Comenzamos a explorar muchas de las conductas que tenemos en sociedad a través del machismo, conscientes e inconscientes”.

Foto: Ed Zamudio

Para él, fue bastante sorpresivo la gran aceptación que tuvo entre los participantes.

“Tuvimos muy buena aceptación. Tuvimos bastante empatía y nos encontramos que los cannábicos, los usuarios de cannabis, generalmente son abiertos en esas temáticas y que muchos de ellos estaban buscando este tipo de círculos, de expresar estas opiniones respecto al machismo. Muchos se han dado cuenta de que lo tienen arraigado y están dispuestos a cambiar”.  

Por último, la colectiva Pulque Filosófico organizó un tendedero de denuncias de mujeres sobre las violencias que sufren por ser usuarias de cannabis. Sonia Dávila contó al respecto:

“Yo creo que es una doble vulnerabilidad. Estamos vulnerables tanto en el espacio de lo privado como de lo público. En lo privado es muy difícil que las mujeres jóvenes puedan fumar dentro de su casa porque sus papás siempre tienen muchos prejuicios. 

“Y en el espacio público te arriesgas a la persecución de los policías, siempre hay miedo a que se ejerza una violencia sexual. Hace poco fue que cuatro policías violaron a una joven en Azcapotzalco”. 

Por ello, objetivo de este ejercicio es llamar la atención a sobre lo que ocurre en la vida de las mujeres.

“Desde que hicimos el fanzine Sofía Cannábica nos dimos cuenta que era importante visibilizar la violencia que vivimos las mujeres cannábicas y que no hay casi nada escrito al respecto”, contó Sandra. 

“Nos interesó hacer esta compilación de testimonios, creemos que es importante lo que pasó en la Universidad”. Diversos planteles y facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México están en paro de actividades por múltiples denuncas de violencia de género y un reclamo a que se atiendan. 

“Estas morras nos enseñan que sí sirve visibilizar la violencia. Es hacer visible lo invisible. Como las chicas universitarias, todo el mundo piensa que la Universidad es un espacio seguro, libre de violencia. Nosotras como mujeres cannábicas también creemos que hay mucha violencia sin nombrarse y que también es importante nombrarla. No para ponernos en un papel de víctimas, sino para crear estrategias que nos ayuden a la comunidad cannábica a disminuir esta violencia” enfatizó.

“Yo creo que son el mismo diálogo, creo que la comunidad cannábica tenemos que entender que la lucha por nuestros derechos atraviesa más allá del género. Estamos reunidas para luchar por nuestros contra este proyecto de ley que es muy injusto" finalizó.