Ocurrió hace más de una década, el 10 de marzo de 2008, bajo el papado de Joseph Ratzinger, mejor conocido como Benedicto XVI.
Durante entrevista con el diario del vaticano L’Observattore romano, el obispo Gianfranco Girotti, entonces regente del Tribunal de la Penitenciaría Apostólica del Vaticano, presentó los nuevos pecados para los fieles católicos de la sociedad moderna.
Pecados relacionados con la bioética, la ecología, la desigualdad social y las drogas.
En el caso de las drogas, el prelado enunció como "nuevas actitudes pecaminosas” el uso y el tráfico de drogas, "con la que se debilita la psique y se oscurece la inteligencia".
El entonces papa Benedicto XVI -Bienadicto entre los compas-, y quien ya había hablado repetidamente en contra de las drogas, no sólo de su tráfico sino también de su consumo, nos cerró las puertas del cielo.
¡Nos veremos en el infierno!