El día de ayer la Secretaría de Economía solicitó a Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) detener la importación de los 38 productos industriales con derivados de cannabis anunciados la semana pasada.
En un comunicado, aclaran que algunas fracciones de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación, prohíben expresamente aquello que autorizó Sánchez y Tepoz, titular de COFEPRIS. Son 8 fracciones arancelarias que “incluyen a ciertas plantas, jugos y extractos vegetales y productos farmaceúticos.”
Entonces, primero se debe eliminar esta prohibición, proceso que compete al Congreso de la Unión o al Presidente de la República.
“Por lo anterior, se solicita a COFEPRIS inicia las gestiones necesarias ante esta dependencia para realizar los ajustes correspondientes” hasta entonces los productos “no podrán ser importadas para ningún fin, salvo que así lo haya indicado el Poder Judicial de la Federación".
¿Tanto para nada?
Este el último de los tropiezos en torno a la reglamentación que permite la venta y uso de productos con derivados del cannabis en México. Recordemos que fueron casi 9 meses de retardo con los que se publicaron los lineamientos.
Luego, fue ampliamente criticado por la comunidad de pacientes, pues para ellos los altos precios de este tipo de productos los hace inaccesibles. Y exigen su derecho al autocultivo (reconocido ya por la Suprema Corte) como forma para democratizar el acceso a la salud a través de los usos de la marihuana.
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Luego, los productores independientes expresaron también su inconformidad. “Esperábamos un reglamento/lineamiento incluyente. Donde todos los sectores de la población fueran tomados en cuenta”, platicó uno de ellos a La Dosis.
Lejos de contribuir a la formación de un mercado regulado nutrido, ”la mayoría de los productores independientes continuará en la ilegalidad”, aseguran.
Por nuestra parte queda preguntar ¿dónde quedó el “día histórico” que presumía Sánchez y Tépoz, sobre todo al notar que la Secretaría de Economía asegura haber explicado a COFEPRIS “el proceso a seguir para la modificación de la regulación correspondiente, sin que a la fecha se haya recibido solicitud alguna”.