El pasado 21 de abril el Presidente de la República presentó y firmó una iniciativa sobre mariguana que después envío para su aprobación al poder legislativo. Con ello, el ejecutivo cierra el debate nacional sobre mariguana y se adelanta a los legisladores que han presentado o anunciado iniciativas sobre la planta.
La Iniciativa Peña reconoce el poder medicinal de la mariguana, con lo que corta de tajo las falacias sobre la inutilidad médica de la mariguana y sobre efectos extremos señalados por las mismas autoridades de salud –tales como que el uso de mariguana convierte en zombies a quienes la usan. Por el contrario, antes que dañar, la evidencia científica muestra que la mariguana mejora la calidad de vida de millones de personas en el mundo. Por lo que celebramos la posibilidad de que los científicos mexicanos puedan estudiar los beneficios de esta planta medicinal.
La Iniciativa también propone que la cannabis pueda ser usada medicinalmente, sin embargo hay poca claridad sobre los mecanismos de producción y acceso; pues aunque se señaló que se podrá producir en el país, no se señaló si esta producción será en manos de las mismas personas –como en los clubes de usuarios-, si será en manos de una institución de la sociedad civil –como sucede con la Fundación Daya en Chile-, si será en manos de empresas privadas –como sucede en distintos países-, o si una mezcla de estas. El mecanismo de producción es importante debido a que determina el acceso de los pacientes, y es que debido al alto costo de los medicamentos con base en componentes activos del cannabis estos tratamientos son inaccesibles para el bolsillo mexicano promedio. ¿Qué tan costoso puede ser? Tanto que la sociedad norteamericana utiliza mayoritariamente las sumidades floridas de la planta y no los medicamentos con base en componentes activos.
La iniciativa propone además “descriminalizar” a los consumidores de mariguana aumentando el gramaje establecido en la ley general de salud como cantidad tolerada para posesión personal, el cual pasaría de 5 a 28 gramos. Sin embargo, pese a esta disposición, los usuarios continuarían siendo criminalizados por las conductas consustanciales al consumo, tales como el comercio y/o el cultivo, y la posesión cuando se encuentren con policías “sembradores”; y es que la iniciativa no propone forma de acceso seguro a la mariguana, por lo que condena a los usuarios a continuar en la ilegalidad, sea por comprar en el mercado negro o por cultivar para consumo personal.
El Presidente también mencionó una amnistía para quienes estén presos por cantidades menores a 28 gramos, lo que causa cierto extrañamiento y muchas dudas. Y es que hasta los usuarios detenidos por posesión de más de 5 gramos de mariguana -y hasta 5000-, aunque se les abra una averiguación previa por posesión de drogas en la modalidad de narcomenudeo, pueden pagar una fianza –por ser un delito no grave- y llevar el proceso judicial en libertad condicionada; habrá quienes no puedan pagar la fianza que va de 12 a 18 mil pesos -según distintos informantes, pero estos son los menos debido a que se trata de delitos de mercado y no de pobreza, por lo que la mayoría de detenidos paga la fianza aunque tengo que pedir prestado para ello. Por esto extraña que la iniciativa señale una amnistía para los consumidores ¿cuántos consumidores -que no hayan cometido otros delitos- habrá presos por posesión? ¿Lo sabrá la presidencia? No dieron cifras.
Extraña el desdén del Presidente (poder ejecutivo) por el fallo de la Suprema Corte de justicia (poder judicial), que señala como inconstitucional la prohibición del cultivo de mariguana para consumo personal por limitar el derecho al libre desarrollo de la personalidad. ¿Será un mensaje de que en este país los derechos son solo para algunos?