Con las elecciones cada vez más cerca los candidatos presidenciales van posicionándose sobre los temas que rigen la agenda pública. El de la marihuana siempre ha sido complicado, pues pocos se aventuran a pagar el costo político que implicaría declararse a favor o en contra. Y es que debido al estigma y desinformación generado por la prohibición una gran parte de la población sigue abordando el tema desde el prejuicio.
En todo caso, los candidatos poco a poco han dejado ver su postura. Estas son algunas de sus declaraciones:
Ricardo Anaya
El pasado abril durante un foro en la universidad ITESO el candidato de la coalición Por México Al Frente se dijo “abierto al debate sin prejuicios”. “Vamos discutiendo cómo esa política podría disminuir los niveles de violencia y qué implicación tendría en términos de salud pública, y a partir de esos dos grandes criterios movernos en una discusión de orden hemisférico”, señaló.
También se ha referido a la relación con Estados Unidos como un factor determinante, pues cada vez más estados de aquel país reforman sus leyes a favor del uso personal “y, en la medida en que eso ocurra en el vecino del norte, debe haber una discusión también en México", declaró.
AMLO
López Obrador ha sido cauteloso con marcar alguna postura en temas complicados como lo son también el aborto y el matrimonio igualitario. Sin embargo, para la regulación del cannabis ha señalado el hecho de que el consumo de la planta no es más dañino que el tabaco y el alcohol.
“Afecta más a la salud el alcoholismo, el tabaquismo, que el uso de ciertas drogas, y que al prohibirse el consumo de esas drogas se desata más violencia. ¿Por qué no tratar y por qué no aprobarlo y llevarlo a cabo escuchando todas las voces?"
También lo abordó desde la perspectiva de seguridad, pues se dijo preocupado de que “se agrave más otro tipo de delitos”.
José Antonio Meade
En una de sus pocas declaraciones al respecto dice que hay que estudiar el tema “desde el punto de vista de la desintegración familiar en el que participen médicos y padres de familia”.
Por otro lado, recientemente se unió a su equipo de campaña Armando Ríos Piter, quien espera la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para obtener un amparo que le permita cultivar y consumir cannabis con fines personales (similar al caso de SMART y el abogado Ulrich Richter, resueltos en 2015 y abril de este año, respectivamente).
Él mismo ha declarado que “Necesitamos consolidar una visión social, progresista y especialmente en temas como de las comunidades lésbico-gay y el uso lúdico de la marihuana, (...) José Antonio Meade, como persona está abierto a que se discutan y se revisen”
Jaime Rodríguez
El Bronco ha sido tal vez el candidato menos cuidadoso en sus declaraciones. Ya sea por el “les mochamos la mano” o decirle “gordas” a las adolescentes embarazadas, ha mostrado tener poco tacto al hablar de los problemas del país. La política de drogas no es la excepción.
Por ejemplo, al decir que “el hijo del rico que tiene dinero para comprarla dice que es recreativo, el del pobre que no tiene para comprarla, roba, mata, secuestra, asesina” fomenta los viejos prejuicios y estigmas de la prohibición.
Tampoco parece muy informado cuando comenta que “No es lo mismo alguien que consume crack, anfetaminas… el consumo de drogas está destruyendo a México”. Alguno de sus asesores podría mencionarle que lo que de verdad causa tantos problemas es la forma en que es está manejando el problema, no el consumo en sí.
Margarita Zavala
La única candidata en estas elecciones es también quien más dificultades ha tenido en su estrategia de imagen. Para empezar, ser la esposa del ex-presidente responsable de la desastrosa guerra contra el narcotráfico la pone en la mira en los temas de seguridad pública.
En alguna ocasión dijo que “pensar que la legalización de la mariguana va a disminuir la violencia, me parece de una ingenuidad enorme, y quiero escuchar en ello a los papás y a los maestros, y vamos a ver qué opinan”.
Por otro lado ha abordado el tema únicamente desde la perspectiva medicinal. “Yo he estado a favor de que la mariguana, para terapéuticos, medicinales y científicos, se legalice y se permite; en cuanto al uso lúdico, al principio estoy en contra, pero estoy atenta a la discusión que se tiene que dar.”
Si algo dejan ver todos es su aparente deseo de discutir. No es para menos, pues al ser un tema urgente, un nuevo abordaje a nuestras polìticas de drogas debería ocupar el foco cuando se habla de salud, seguridad y derechos humanos. Si queda algo para recriminarles es su tibieza y falta de claridad en su propuesta. esperemos que conforme se acerque a la fecha vean el beneficio de generar propuestas verdaderas