"Una vez que llega la legalización, ¿dónde se supone que se debe de fumar? ¿En el parque, o se espera que vayamos a un callejón? Los ‘salones de vapor’ son una manera mucho más civilizada de lidiar con un problema ", dice Abi Roach, fundadora de Hot Box Café ubicado en Toronto, Canadá.
Cuando David Deif quiere fumarse un canuto – lo que es a menudo -está agradecido de tener un lugar que le permita hacer eso precisamente. Como miembro premium de Hot Box Café de Kensington Market, Deif está agradecido de tener un espacio, no sólo para fumar libremente, sino para conectar y vincularse con otras personas en el vecindario.
"Vivo con una familia, así que no es justo fumar ahí", dice con un acento italiano. "Puedo fumar allí, pero prefiero fumar aquí."
Deif trabaja en una pizzería, y frecuenta desde hace tres años este salón de vapor en particular. Se sienta en una habitación privada, que es destinada a miembros especiales, en un sofá de cuero marrón con una computadora portátil en donde juega partidos de fútbol.
"Vengo aquí todos los días después del trabajo, o si no trabajo, vengo aquí y sigo con mi día", dice.
Algunos otros integrantes de varias generaciones comienzan a ingresar a la sala, que alberga una televisión de pantalla grande. Todos se saludan cordialmente, y se instalan para trocear sus cogollos y armar sus porros. Una de los miembros es una elegante anciana llamada Dianna, que lleva puesto en su vestimenta encaje y guantes sin dedos.
"Yo prácticamente vivo aquí, he estado viniendo por 10 años", platica. (Ella no quiso revelar su apellido.) "Conoces a gente de todo tipo aquí. La gente entusiasta de marihuana es mucho mejor que la gente en el bar. "
Los salones de vapor difieren de los bares de la zona, ya que éstos ofrecen a menudo un espacio multiusos. Parte tienda, centro comunitario, lugar y café, los salones están destinados a ser un espacio seguro para las persona, es como fumar en su escondite personal.
Aquí el alcohol generalmente no se permite, y rara vez se sirve. Los miembros deben traer su propia cannabis y materiales, aunque también hay bongs y material para dab que se pueden utilizar. Se prohíbe solicitar hierba a otros.
El año pasado, los salones en Ontario evadieron una bala legal después de que quedaron exentos del acuerdo Bill-178, que fue fijado para enmendar el acto de "Ontario libre de humo", que prohibía que la marihuana medicinal se fumara en cualquier lugar . "Hemos empujado los límites de lo que nosotros podemos hacer, junto con los tribunales y los gobiernos que han dicho que se tiene que hacer", dice Abi Roach, quien abrió el salón multi-room Hot Box Café en el año 2000.
El personal de los salones de vapor está diseñado para ayudar a los clientes, ya sea que necesiten ayuda para rolar un cigarrillo o ayuda por si han consumido en exceso. En Hot Box, siempre hay plátanos, jugo de naranja y una mezcla especial son CBD destinada a contrarrestar el THC, para las personas que "se malviajaban". Roach dice que ahora es más importante que nunca para tener este tipo de espacios. "Una vez que llega la legalización, ¿dónde se supone que se debe fumar?", Pregunta. -¿En el parque, o se espera que vayamos a un callejón? Los salones de humo son una manera mucho más civilizada de lidiar con un problema ". Roach está comprometida en apoyar a su comunidad, y contrata artistas locales para crear murales alrededor de su espacio. Ella estima que su salón sirvió el año pasado a 75.000 clientes, incluyendo a turistas que no pueden fumar en sus habitaciones de hotel. Comenta que alrededor del 30 por ciento de los visitantes, como Dianna y David, van regularmente. "Vienen cada día, como relojito", dice. "Esta es su familia, su hogar, su comunidad".
Con Información de: NowToronto.com