Diego Armando Maradona es una figura que desborda en polémica. Por un lado, su destreza, habilidad y capacidad como jugador del balón-pie le hicieron valer su lugar como uno de los mejores del mundo en la historia de ese deporte. Sin embargo, las últimas décadas ha ocupado la mirada pública por sus uso problemático de sustancia y riñas familiares.
Mientras avanzan las discusiones en torno a nuevas perspectivas para resolver los problemas de drogas, vale la pena voltear hacia algunos de los episodios que marcaron la vida de esta persona, más allá de los juicios “moralinos” de una sociedad que condena todo uso de sustancias.
Vida en “Villas Miseria”
En un inicio, la historia de “El Diego” es una de crecimiento, superación, y realización contra toda adversidad. Nació en octubre de 1960 y creció en Villa Florito, ubicada en las afueras del sur de Buenos Aires. Su familia perteneció a la clase baja, contexto que explica la afinidad de Maradona por la ideología de izquierda y sus constantes expresiones políticas. Fue amigo de Fidel y admirador de “El Ché”.
Fue su destreza en el fútbol que le permitió ascender y representar la oportunidad de crecimiento.
“El más humano de todos los dioses”
Su ascenso fue vertiginoso. En 1982 jugó su primer mundial, además de debutar en el Club Barcelona. Fue su desempeño en este último que comenzó a construir el hito en el que se convertiría. Su salida de este club se dio cuando participó en una trifulca al terminar la final de la Copa del Rey en 1984.
Maradona ha contado que fue en esta época que comenzó su consumo de sustancias, en particular de cocaína. Entonces pasó a jugar para el club Nápoles, equipo al que salvó de un descenso inminente.
Fue dos años después, en el mundial México 86, que se definió como uno de los mejores jugadores de la historia, al ganar la copa mundial como capitán de la Selección Argentina.
El resto de la década sería miel sobre hojuelas para “El Diego”.
Los noventas y el antidoping
Tras un partido como parte del Club Nápoles, Maradona fue escogido para la prueba de antidoping, la cual resultó positivo para cocaína. Se le impuso una sanción, se alejó de los estadios durante un tiempo y regresó a Argentina.
No hubo transcurrido un mes de su estancia en Buenos Aires cuando la policía allanó su casa y lo arrestó por posesión de sustancias ilegales. Consiguió su libertad al pagar una fianza y someterse a un tratamiento de rehabilitación forzada.
Desde entonces su caso recibió alta visibilidad. Una nota de El País narra cómo los aficionados se juntaron fuera del apartamento en que fue detenido y mostraron su apoyo y simpatía hacia el jugador.
A partir de entonces su carrera se vería obstaculizada por su “pleito con la justicia”. Por ejemplo, previo al mundial de 1994, la selección argentina tenía previsto una gira por Japón. Sin embargo, a Maradona le fue negada la visa por sus antecedentes penales.
Y fue durante la copa de Estados Unidos que se martillo el último clavo de su carrera profesional. Al terminar el segundo partido, jugado contra Nigeria, Maradona fue seleccionado de nuevo para la prueba anti-dopaje. Y, nuevamente, dio positivo para cinco sustancias: efedrina, norefedrina, seudoefedrina, norseudoefedrina y metaefedrina.
Aquella fue la última ocasión en que Maradona pisó un estadio como jugador profesional.
La imagen contra el uso de drogas
Después de ese incidente, Maradona comenzó su carrera como director técnico. Pero también participó en la campa del gobierno argentino Sol Sin Drogas, en la cual aseguró que "la hago por los chicos. La droga existe en todos lados y yo no quiero que la agarren los pibes... Fui, soy y seré drogadicto”.
En 1997 su problemas de salud se hicieron públicos al ser internado en un hospital por un problema de presión sanguínea. Le hicieron más pruebas en las que de nuevo dio positivo para cocaína. Entonces buscó ayuda en un centro de rehabilitación de Cuba.
Así comenzó su ir y venir entre ayuda para controlar su consumo, constantes internamientos en hospitales por sus problemas de salud, y una poco constante trayectoria como director técnico.
Desde entonces ha trabajado para equipos de fútbol en lo Emiratos Árabes Unidos, y como director técnico de la selección de Argentina así como conducir un par de programas de televisión.
Este mes de septiembre fue contratado para ser director técnico de un club de segunda categoría en México, Los Dorados de Sinaloa.