“Lola la Chata” es recordada como una mujer que se preocupaba por su comunidad, que organizaba visitas grupales a la Virgen en San Juan de Los Lagos, y por haber operado una de las redes de tráfico internacional de drogas en el siglo pasado. Ella le vendía tanto a los consumidores de la clase popular, como a los miembros de colonias adineradas. En cierto momento, fue el principal ‘enemigo’ de personajes como Henry Anslinger y Leopoldo Salazar Viniegra.

Marihuana y chicharrón en el mercado de La Merced

Maria Dolores Estévez Zuleta nació en 1906 en la Ciudad de México. Es reconocida como la primera mujer traficante de drogas con relevancia internacional. Dominó el mercado de sustancias entre los años de 1930 y 1950. Sus operaciones delictivas ocupaban las portadas de los grandes diarios.

Sin embargo, su historia comienza en el tradicional barrio de la Ciudad de México La Merced, cuyo mercado ha sido uno de los principales centros comerciales de las clases populares. Ahí, su madre trabajaba vendiendo chicharrones y café, y María Dolores le asistía. En aquel tiempo debido a las emigraciones de extranjeros de pueblos cercanos, hubo una importante afluencia económica que  benefició al comercio en el mercado, tanto de productos legales como ilegales. Pronto, el negocio familiar incorporó una vertiente más lucrativa: la venta de marihuana y opio.

A sus 13 años, Maria Dolores ya participaba, vendiendo ambas drogas las cuales escondía en su canasta retacada de otros productos. En estos tiempos era común que los menores fueran usados como transportistas o ‘mulas’ de las drogas. 

Recordemos que en ese entonces, aproximadamente 1919, la marihuana aún no era prohibida o perseguida oficialmente en el país, puesto que el primer decreto en dicho sentido fue emitido en 1929. Por su parte el opio era importado en el país con regularidad hasta para 1925.

Con el inicio de la Revolución Mexicana la gente abandonó la capital y se mudó a otras ciudades de la República. Ella, junto a Carlos Ruiz Urquizo, se mudó a Ciudad Juárez y juntos engendran a Dolores y María Luisa, las primeras dos hijas de María Dolores Estévez.

En Ciudad Juárez fue que empezó lo que pronto se convertiría en una de las redes de tráfico internacional de drogas más importante, y que mantuvo ocupados a agencias de seguridad mexicanas y estadounidense durante muchos años.

El auge de la matriarca

En ese entonces, Ciudad Juárez era un paso de tráfico tanto de drogas como marihuana y opio, pero también de alcohol el cual fue ilegal en Estados Unidos desde 1920 hasta 1930.

Junto a Ruiz Urquizo,y sus dos hijas María Dolores realizaba actividades para una de las prominentes familias de tráfico de drogas en la frontera y fue ahí que entendió muchas de las ‘mañas’ del negocio.

En poco tiempo regresó a la Ciudad de México y a finales de 1920 comenzó a construir lo que algunos describen como un verdadero ‘imperio’ basado en la venta de marihuana, morfina y heroína.

Entonces transcurrió una década donde se emitieron decretos y medidas que prohibieron la importación de opio y donde se ordenaba a los agentes de la policía detener a los traficantes de la calle o ‘dealers’ 

Durante ese tiempo Maria Dolores pasó desapercibida.

Fue hasta finales de 1930 que su nombre hace aparición en algunos documentos oficiales tanto de Estados Unidos como de México.

Durante ese tiempo fue crucial su relación y casamiento con el expolicía Enrque Jaramillo, junto con quien instaló un centro de distribución de drogas en Pachuca, usando como fachada un taller mecánico. Este negocio se vio beneficiado por los contactos de Jaramaillo, los cuales eran desde policías, aparatos burocráticos y algunos miembros de la clase política.

Para este entonces Maria Dolores Estevez Zuleta ya tenía la atención tanto de el zar de las drogas en Estados Unidos, Henry Aslinger; y el psiquiatra Leopoldo Salazar Viniegra, el principal médico impulsor de la reforma de drogas ocurrida en 1940 y que ‘legalizó’ todas las drogas en México para 1940. Ambos, principales autoridades de salud y materia de drogas en sus respectivos países, consideraban a “Lola la Chata” como un ente de vital importancia en el fenómeno del tráfico de drogas. Pero mientras Anslinger la veía como un enemigo a aniquilar, el mexicano mantenía una perspectiva más pragmático. 

"La considero, en efecto, un producto nato de nuestro medio y de nuestra época. Para usted el toxicómano es un buen cliente y nada más. Para mí es un desventurado que la civilización lleva a rastras. El hecho es que usted como traficantes ha tenido más éxito acerca de ellos, que nosotros los encargados de incorporarles a la vida social y activa. Ha realizado usted el prodijio -y este es el mejor elogio a su habilidad y su talento- de saber conservar su posición ganando siempre la complacencia de todas las policías. Es usted como dispensadora de "mordidas" todo un emblema nacional.

Carta abierta a Lola la Chata. Leopoldo Salazar Viniegra, 1938.

Lola la Chata fue arrestada en varias ocasiones. Primero de 1934 a 1945, periodo en el que visitó la cárcel de Lecumberri y la prisión de Isla Marías. 

Su tiempo tras las rejas se recuenta como un dominio de ella sobre las instalaciones. Se le permitían visitas conyugales de su esposo e hijas, y era atendida por su personal propio (incluso se dice que una vez al mes iba una mujer a arreglar su cabello)..

Incluso se asegura que se construyeron tanto un hotel como una pista de aterrizaje para comodidad y uso exclusivo de María Dolores y sus visitas(35). Así mismo, durante ese periodo se asegura que ella se mantuvo a cargo de las operaciones de tráfico de drogas.

En 1957 Maria Dolores fue arrestada por última vez tras eludir a la policía por dos años. Junto a ella se encontró a Luis Oaxaca Jaramillo y 29 mil pesos en efectivo (lo equivalente a 52 mil 940 dólares en 2006), así como joyería lujosa, armas y municiones.

Entonces ella emitió una declaración en la que pedía se arrestará solamente a ella, y no al resto de sus hombres. Esto se miró como una decisión estratégica para permitirle seguir operando su negocio. Fue mandada a la prisión de Mujeres, donde eventualmente murió.
 

Con información de:

heraldodemexico.com.mx

https://history.msu.edu/files/2010/04/Elaine-Carey2.pdf

http://cupihd.mx/portal/wp-content/uploads/2014/04/CUADERNO-7-web.pdf

https://archivodrsalazar.com/Carta-Abierta-a-Lolala-Chata