En 1996 la entonces incipiente revista Generación lanzó un manifiesto por la despenalización de la marihuana firmado por más de 50 intelectuales, muchos de los cuales ya murieron (entre ellos los dos Carlos, Fuentes y Monsiváis), y en 2001 se realizó la primera marcha por la liberación de la mota, que por cierto, celebrará su 20 aniversario el próximo 8 de mayo. Menciono estas dos efemérides no porque hayan sido las primeras iniciativas a favor de la despenalización de la mota en el México contemporáneo (ya antes Juan Pablo García Vallejo había lanzado su manifiesto pacheco en la revista La Guillotina a mediados de los noventas, por ejemplo), sino porque dos de los protagonistas de ambos sucesos Leopoldo Rivera Rivera y quien esto escribe, formamos parte de la sociedad que el próximo primero de mayo arranca una aventura cannábica de insospechados alcances: “La Juanita”, junto con el también activista de larga trayectoria Carlos Zamudio (doctor Cannabis), el promotor cultural Alan Ureña, el filósofo Emiliano Escoto y el economista Alberto Flores. 

A mediados de los años noventa muy lejos estaba entonces la posibilidad mínima de que las cámaras legislativas votaran la regulación para el libre consumo recreativo de la marihuana en México, lo cual ahora está a punto de ocurrir a pesar del muy lento proceso legislativo que sigue prorrogando su promulgación debido al gran conservadurismo que aún subsiste en el poder legislativo y, en general, en toda la clase política mexicana.

Fhummus de garbanzo a La Juanita.

Mientras tanto el debate ha avanzado de manera sustancial y en la ciudad de México y otras ciudades del interior del país han comenzado a proliferar recintos en donde se venden ya productos derivados del cáñamo que no contienen THC, desde semillas de hemp, hasta pipas artesanales, papeles para forjar y muchas otras posibilidades que ofrece la prolífica planta de la cannabis.

Lamentablemente, la vendimia callejera que surgió paralela al Plantón de protesta instalado afuera del Senado de la República (también por iniciativa de Leopoldo Rivera), fue contaminada por esbirros del mercado negro cuyo único objetivo es lucrar de manera ilegal con la planta amiga. Desde luego este conflicto es responsabilidad también de las autoridades que no han sabido marcar distancia entre ambas posturas. Obviamente la solución será la pronta legalización del cultivo y el libre consumo de marihuana. 

Mientras termina de agonizar la absurda política prohibicionista, el primero de mayo ya abrió sus puertas “La Juanita”, un nuevo espacio multicultural en donde se puede disfrutar de un buen café, gastronomía con semillas de hemp y cervezas artesanales, todo tipo de artículos de smoke shop y grow (la parafernalia del autocultivo), además de una librería psicoactiva en donde se reunirá la literatura relacionada con drogas de reconocidas editoriales independientes y exhibición de arte cannábico. El cupo será limitado por motivos pandémicos, también habrá mesas al aire libre. “La Juanita” como cariñosamente se le nombra a la mois, se encuentra en Insurgentes 230, colonia Roma,  en CdMx.