La cafeína es el principal compuesto del café, aunque también está presente en el chocolate, el té y todo tipo de bebidas energetizantes. Se piensa que las plantas usan esta molécula como mecanismo de defensa, pues actúa como pesticida natural.
Es una de las sustancias que por mayor tiempo ha acompañado a la humanidad, pues su uso se ha extendido por prácticamente todo el mundo. A pesar de ello, la sociedad no siempre la contempla como una sustancia psicoactiva, por lo que hoy les recordamos dichas propiedades, así como las advertencias sobre sus riesgos y daños.
Efectos psicoactivos
La cafeína es un estimulante. Su principal efecto farmacológico es funcionar como antagonista a la adenosina. Es en ese momento que se produce el estado de alerta y euforia que muchos de sus usuarios buscan. Estos comienzan a ser perceptibles a partir de los 20 minutos, y a los 45 minutos llegarán a su intensidad máxima.
Como muchas otras sustancias, el consumo en exceso puede generar tanto dependencia como problemas a la salud. “La cafeína afecta las mismas partes del cerebro que la cocaína en una forma completamente diferente (...) aunque hay evidencia de un síndrome de abstinencia por uso de cafeína, pero no es tan pronunciado ni tan riesgoso como el de la cocaína”, asegura el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Riñón.
También señalan que el 80 % de los adultos en el mundo occidental consume una cantidad considerable de cafeína, por lo que se considera la sustancia psicoactiva más usada en el mundo. Aproximadamente, se consumen 1.6 mil millones de tazas cada día.
De acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social, el abuso de esta sustancia puede elevar la presión arterial, incrementar el riesgo de sufrir alucinaciones, irritabilidad, ansiedad y por su efecto diurético, provocar deshidratación.
Coca-Cola vs EEUU
Los gobiernos de los Estados Unidos de América son peculiares. No sólo son de los pocos que han intentado prohibir el alcohol, sino que también han mostrado intenciones por controlar el uso de cafeína.
A principios del siglo pasado, en 1911, se dio el caso Los Estados Unidos versus cuarenta toneles y 20 barriles de Coca-Cola, un juicio en el que se pretendía obligar a la compañía refresquera a retirar la cafeína de sus productos. Su principal argumento era que el abuso de esta sustancia condujo a las estudiantes de un colegio de mujeres a «desenfrenos nocturnos, quebrantamiento de las reglas de la escuela y de los modales femeninos, e incluso propiciando inmoralidades».
El juez falló a favor de la refresquera, pero se introdujeron dos iniciativas de ley con el fin de enmendar el Acta de Alimentos Puros y Drogas, agregando la cafeína a la lista de sustancias «creadoras de hábito» y «dañinas» que debían listarse en la etiqueta de los productos.
Al día de hoy los productos de Coca-Cola aún tiene cafeína, aunque ellos aseguran que ésta es mucho menor a la de una taza de café.
Reducción de Riesgos y Daños
Como lo mencionamos antes, el café es consumido principalmente por sus propiedades estimulantes. Sin embargo, contrario a lo que muchos piensa, su uso no aporta energía. Simplemente elimina la sensación de fatiga y cansancio.
Es importante que, durante largas jornadas de trabajo, acompañamos el café de períodos apropiados de descanso. Una estrategia es: consumir una taza de café y reposar o dormir los siguientes 20 minutos. Ese es el tiempo que tardan en aparecer los efectos y un buen momento para regresar a tus labores.
También, debe mantenerse uno en hidratación constante.
Aquellas personas que sufran problemas de presión arterial deben procurar cuidados extras.
Su uso prolongado y frecuente también genera tolerancia, por lo que cada vez se necesitarán dosis más altas para llegar a los efectos deseados. La sobredosis se alcanza tras ingerir los 300 miligramos y llega a ser fatal.
Con información de:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4462044/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/9889511