“Pido formalmente al Presidente electo López Obrador, me considere como Comisionada Nacional de la CONADIC. La lucha contra las adicciones debe tener la visión de quién las ha vencido en lo personal, familiar y social.”  tuiteó el 3 de julio la actriz Carmen Campuzano.

Después, el 23 de septiembre visitó la casa de transición para solicitar lo mismo, ser nombrada Comisionada Nacional Contra las Adicciones. Ahora, recuperamos del sitio Vice NEWS fragmentos de una entrevista. Estos son, en esencia, los pilares clave de un plan de acción.

Decidimos revisar cinco de sus frases, y nos llevamos una gran sorpresa.

No sólo destaca su posición en puntos generales, como el hecho de que la prohibición no da resultados positivos al momento de disminuir el consumo; que la regulación no es la solución definitiva; o que ya no debe ser tratado desde la mirada punitiva.

Además, acierta en cinco aspectos específicos que suelen ser relegados, y que pensamos valen la pena valorarse, e incluso nos hacen preguntas ¿sería ideal nombrar a Carmen Campuzano titular de la CONADIC?

1) Atender a la educación y la salud:

“El verdadero reto está en la educación, en la información, en saber transmitir las consecuencias devastadoras que puede provocar.”

Una de las tendencias internacionales para el control de sustancias es resolver el problema desde la salud y la educación. Carmen Campuzano parece estar al tanto pues declara que: “El aumento del consumo de drogas tiene que ver con el deficiente sistema educativo y con las escasas e invisibles estrategias de prevención”.

En cuanto a la educación, establece una comparación con la educación sexual al decir que “es como el embarazo, si no le hablas a los niños de cómo se embarazan las personas, no lo van a saber prevenir.” Y, en efecto, la educación sobre las correcta prácticas sexuales desde tempranas edades es más eficaz que el alejamiento de la información.

2) Estigma:

“Nadie debería ser reprendido por consumir; el derecho debe existir.

Este es un abordaje interesante, porque comienza a plantear las necesidades del consumidor. De manera directa, afirma que uno de los principales problemas son los estigmas los cuales pueden generar más obstáculos al momento de tratar una adicción.

“Ellos alejan a las y los jóvenes de su familia, de amigos, de la escuela y de un tratamiento, tratamiento que debe garantizar el Estado porque es una enfermedad y las adicciones son además un problema de salud pública.”

Esto sin condenar el consumo personal de drogas desde una posición moral: “ quien consume no es alguien sucio o que deba sentirse avergonzado”. Así, reconoce el derecho sin incitar al uso cuando dice que: “no es deseable que aumente el consumo, pero no vamos a perseguir a quien fume marihuana”.

3) Empoderamiento, no asistencialismo:

¿cómo esperan que alguien busque ayuda si existe de por medio un profundo miedo a ser señalado?

Luego, habla sobre las negligencias que se han cometido desde instituciones de salud al tratar a quienes tienen problemas de consumo como si fueran criminales o enfermos. En muchos casos, su derecho a la salud es violentado.

“Se les olvida que las personas que consumen drogas tienen derecho a la salud. Que los médicos no te vean como un delincuente, sino que te traten con dignidad y te acerquen al tratamiento adecuado”. En particular, propone: “fortalecer el Sistema Nacional de Salud para que haya un diagnóstico adecuado, preciso y oportuno en todas las clínicas de la Secretaría de Salud, del ISSSTE y del IMSS.”

4) El problema no es sólo la sustancia:

“Para salir de las drogas se debe reconocer el problema, fortalezas internas, familiares y sociales”

Así mismo, otra área donde no se trabaja de forma adecuada es en el aspecto social,  “la problemática de las drogas no es solamente tener relación con el consumo: “El verdadero problema es la afectación al entorno, al más íntimo, al de la familia. Después al extendido como las amistades y el entorno laboral”.

Un ejemplo de esto, es que se suele culpar a la persona por su consumo, sin entender que la raíz del problema es más compleja. “No se trata de decir solamente ‘hermana ya no consumas eso’, o ‘mamá ya ponte a trabaja’. Se trataba de apoyo, entendimiento, comprensión, amor, y sí: desde luego acercarme a recibir ayuda profesional.”

5) Los anexos:

“Te secuestran y tienen ahí en contra de tu voluntad en las condiciones más insalubres que puedas imaginar.”A

Por último, aborda el tema de los centros de tratamiento que actualmente existen, y reconoce que: “hay personas abandonadas e incluso privadas de su libertad”. Y es que ya desde hace tiempo se han denunciado los abusos que ocurren en este tipo de lugares, como en esta investigación.

Campuzano, como muchos otros han hecho, advierte que estás “en contra de tu voluntad en las condiciones más insalubres que puedas imaginar. Hay tortura, humillación y violencia psicológica (…)“No entiendo porque la PGR no ha investigado a fondo varios lugares que son una coladera de corrupción y crimen.”

BONUS: Reducción de riesgos y daños

Sorprende de igual manera que plantea estrategias de reducción de riesgos y daños, las cuales no se enfocan en la prevención o en la mera abstinencia. Sino que supone que el consumo siempre existirá, y conviene conocer la forma de usar las sustancias sin causar más daños a tu cuerpo:

“Si tengo que ir a un ‘picadero, les voy a decir que lo hagan de la forma más segura, no con jeringas contaminadas, a la vez que les invite a conocer el camino de la rehabilitación. No vamos a criminalizar ni a prohibir que hagan algo, vamos a inspirar y orientar con información a que rescaten su salud.”


Conclusión

Entonces, después de todo esto ¿es Carmen Campuzano la opción ideal para dirigir la CONADIC? No lo sabemos, pero sin duda coincidimos en varias de sus ideas, y creemos merecen ser discutidas y tomadas en cuenta.

 

Lee la entrevista completa aquí.