Autora: Emma Rodríguez

En esta ocasión entrevistamos a Karina Malpica, creadora del sitio web, mind-surf, ella es politóloga, terapeuta, investigadora y activista. Desde el 2002 comenzó su investigación personal y profesional con plantas y sustancias psicoactivas tanto en México como en España.

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En la plataforma mind-surf se puede encontrar información de diversos temas relacionados con el mundo psiconauta, también se brindan terapias online que son dadas personalmente por Karina. A continuación les mostraremos una breve entrevista que le realizamos:

¿Cómo comenzó tu interés por el  mundo psiconauta? 

Yo quería probar todo lo que había, pero no quería morir en el intento y me puse investigar. En esa época no había tantas cosas como ahora y la mayoría estaban en inglés, entonces lo que hice fue hacer unas fichas: “Con esta dosis me muero, con esta dosis me hace efecto, con esta es muy bajo”; investigué  de cada droga que iba a consumir o había consumido.

Tenía un grupo de amigas con las que me reunía  a probar de todo y luego las entrevistaba “¿cómo te fue?”, “¿qué sentiste?”; luego escribía  lo que había sentido, le llamaba “bitácoras de vuelo”. También fueron surgiendo elementos interesantes de las distintas sustancias que probamos y los incluía en mis tarjetas, así poco a poco comencé a construir lo que fue la web de Mind surf con esa información, que ahora sí hay mucha, pero en ese momento que empezó Mind surf no había, solo cosas en inglés en el portal Erowid.

También había muchas más webs, había unas súper bonitas que la misma gente las hacía, como la mía, no contratamos a alguien para que la hiciera, sino que aprendí algo de programación y diseño. Había unas páginas increíbles que ya no están, pero que viven en mi memoria; por ejemplo, había una que me encantaba que tenía un cerebro, tú tocabas una parte del cerebro y salía información de alguna droga, tenían solo como cinco o seis.

La mayoría era de gente como yo, “yo experimenté eso, ahora lo quiero compartir”, y escribían su historia.

¿Cómo y cuál fue la primer sustancia psicoactiva con la que experimentaste?

Bueno, de las prohibidas fue la marihuana, porque un psicólogo que quería ligarme me dió a fumar, la fumé y tuve un viaje muy raro; luego fui con mis amigas y les dije “vamos a probar esto”, y la probamos nosotras solas, fue cuando realmente me gustó.

Después de eso el peyote. Eso fue cuando en la universidad estaba haciendo mi tesis sobre los grupos intelectuales en México y leí un libro de Octavio paz: “Corriente Alterna”; ahí decía que las plantas que usaban los hippies las había prohibido el Estado porque despertaban espiritualmente a las personas y eso era contagioso, se volvían ingobernables y eso no le convenía al establishment, que por eso estaban prohibidas. Entonces dije “momento, qué cosa es despertar espiritual y cómo una planta puede hacer eso por ti”, voy a probar.

Entonces me fui al desierto con un amigo de la universidad y comimos peyote, nosotros solos. Ahí fue un momento de cambio en mi  vida, salí de los parámetros demasiados rígidos que tenía en esa época, de “si no me lo demuestras, no existe”, una parte de mi sigue siendo así,  pero en esa época toda yo era así. El peyote me rompió esa estructura. En aquella época yo usaba lentes, tenía miopía y astigmatismo muy fuertes, entonces me quité los lentes para no perderlos o romperlos y mi amigo me dijo “ves las cruces del cerro de enfrente” y no veía nada, pero como a la media hora o cuarenta minutos que me empezó a hacer efecto el peyote me di cuenta de que estaba viendo las tres cruces. Ahí fue cuando dije “momento, a mi me dijeron que tengo una deformación ocular que va aumentar y nunca se me va a quitar, y que me la tienen que operar, ¿qué puede hacer el peyote dentro de mi para que yo pueda recuperar la visión así?” Entonces me cuestioné “¿o no es cierto lo que los médicos me han dicho o  el peyote deforma el ojo, o qué...?” Entonces yo dije: “Si hay cosas que existen aunque no las podamos explicar.”

También tuve un viaje interior muy fuerte. Tenía una confusión porque de ya estar casi terminando una carrera que pensé me iba a gustar mucho y me iba a llevar a ser política, al final ya ni quería ser política ni ejercer esa carrera, tenía un conflicto vital que el peyote también me permitió explorar y resolver. Entendí que yo era una investigadora de la conciencia y no una politóloga, que estaba investigando la conciencia propia y grupal, y que para mí seguía la psicología, explorar esta dimensión de la mente a través de la psicología. Cambié de rumbo y salí de esa crisis que tenía. Y todo fue en el desierto con el peyote.

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¿Cómo se te ocurrió crear Mind-surf?

Me pasaron muchas aventuras y yo pensaba que iba a escribir un libro, pero en una ceremonia de ayahuasca tuve una experiencia muy fuerte, estar en contacto con… yo le llamo “distintas inteligencias”, éstas inteligencias me dijeron que no hiciera un libro, sino una página web, porque yo debía dar esa información a lo que ellos llamaban “mis pares”; entonces me dijeron: “Piensa tú dónde buscas la información, qué tipo de información te interesa y profundizas, con qué códigos ha sido trasmitido, códigos visuales, haz lo mismo para otra gente que está en tu frecuencia, (mis pares), para que también lo encuentren”. En esa época dije: “a ver, yo soy súper fan de la película Matrix entonces voy a usar los códigos de la película Matrix, y pues todo empezó visualmente así. En realidad, la primera versión de Mind surf tenía muchas puertas, tú dabas click en las puertas y comenzabas a explorar las cosas, por ahí empecé…

Aquí puedes consultar la página web de Mind- Surf:  www.mind-surf.net

Y aquí en La Dosis puedes encontrar sus artículos para la sección Leer Sobre Drogas