Jesu Cristo, según se cuenta, transmitió un mensaje de paz y unión entre las personas para buscar el bienestar común. Además, hay quienes aseguran que estaba iluminado, lo que le permitía observar cosas invisibles para cualquier otro, una especie de divinidad. Hoy en día hay quienes suponen que esto fue gracias al uso de hongos alucinógenos y presentan evidencia cuando menos curiosa.

Por ejemplo, Jan Irvin reúne alguna de esta en su libro The Holy Mushroom: Evidence of Mushrooms in Judeo-Christianity. Por ejemplo, un texto cristiano del siglo XVI llamado The Epistle to the Renegade Bishops se refiera a algo conocido como “el hongo santo”. 

Algo que estaría por determinarse es la especie particular del hongo, Los dos principales candidatos son los psilocybe o amanita muscaria, las cuales son sumamente populares y presentes en diversas partes del mundo hoy en día.

También se señala la constante referencia gráfica en pinturas, mosaicos e ilustraciones que aparentemente muestran a personas usando algo similar a un hongo:

 

Además, esto sería similar a otras religiones en las que se involucraba el uso de sustancias. 

Por último, los defensores de esta teoría apuntan a que la experiencia generada por el efecto de los hongos les lleva a prácticas más armoniosas consigo mismas y con otros, algo que coincide con la práctica de vida que predicó Jesús Cristo. Ellos consideran que no es coincidencia. Incluso, hay quienes aseguran que Jesús nunca existió, y que el mensaje general del cristianismo es que acercarnos a estos hongos es el camino a la iluminación.

Si bien aún no se han aceptado estas ideas, puesto que la evidencia todavía no es contundente, es divertido pensar en las posibilidades. Después de todo estas especies han existido y acompañado a los humanos desde hace mucho tiempo, y sin duda alguna que su trascendencia ha llegado a donde menos imaginamos.

https://www.samwoolfe.com/2013/04/the-sacred-mushroom-and-cross-by-john.html