La regulación del cannabis se ha prometido como una oportunidad económica y de desarrollo para el campo mexicano. Sin embargo, esta perspectiva es incierta para las comunidades campesinas y rurales del Sureste Mexicano.
Sobre el tema platicamos con Sahid Salgado y Alberto Centeno, fundadores del Frente Cannábico del sudeste. Ellos se han dedicado desde hace dos años a educar a comunidades campesinas sobre el cultivo de cannabis y la inminente regulación.
“El sureste se cuece aparte” explican ambos y señalan que existe una gran parte de la población que pertenece a comunidades mayas. “Es algo muy marcado” destaca Sahid Salgado, quien se especializa en la parte jurídica.
También señala que en el pasado se han dado casos de despojo de tierras hacia las comunidades de la zona. “Se hace mucha publicidad para los inversionistas. Venden la tierra de a peso. Es ahí donde nace un daño a la comunidad maya, porque la inversión y el capital vienen a despojar tierras”.
Ante una situación tan adversa para las comunidades locales, ellos decidieron tomar acción. “Nosotros nos unimos y comenzamos a llevar información sobre la regulación sobre la cannabis”.
Alberto Centeno, licenciado en agroecología y quien se especializa en el acercamiento al desarrollo rural, detalló cómo ha sido el proceso que han llevado a cabo con grupos principalmente en Yucatán. “También en Chiapas, Campeche y Quintana Roo”, añadió.
Durante esta labor han identificado tres formas de miedo hacia la planta:
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“Miedo a la inseguridad y violencia, que está relacionado al ideario mexicano del cannabis.
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“A la ilegalidad, porque no se quieren meter en problemas con la policía
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“y la parte de los efectos secundarios por la propaganda tanto religiosa como política de que "quedas loco o te vuelves violento" si consumes cannabis.”
Sin embargo, aclara que la situación particular de cada comunidad varía. “No siempre presentan los tres, a veces uno, a veces dos. Y siempre hay que combatir dependiendo”.
“Hay comunidades muy religiosas y de plano es muy difícil hablar de marihuana y sólo hablamos de cáñamo. U otras donde es algo mixto e incluso entre ellos comienzan a discutir sobre lo que opinan.”
A pesar de todo esto, consideran que su trabajo ha rendido flores. “En general ha sido una respuesta positiva. Ya después de que damos la primera plática muchos quedan convencidos. "¿A qué hora comenzamos? te dicen, o Yo tengo 500 hectáreas”.
Entre los obstáculos iniciales para que el cannabis se vuelva un potencial de desarrollo económico para la zona del Sureste, Alberto Centeno apunta a una situación muy particular:
“La cuestión es considerar que el sector rural no es necesariamente campesino. Sólo es el que está menos desarrollado, fuera de las zonas centralizadas urbanizadas. Hay gente que vive del turismo, de las artesanías, y gente que vive del campo. A veces se traslapa.
“También muchos campesinos ya hacen otra cosa porque el campo no da para más. Entonces tenemos que considerar que hay una zona donde la gente sí tiene dinero. "Los productores". Y hay quienes ya quieren comenzar a trabajar”.
“También están quienes no tienen ni idea de cómo esto a ellos les puede ayudar. Ahí comenzamos a trabajar los esquemas solidarios de producción de plantas”.
Después, contó sobre lo que implicaría para ellos cultivar cannabis tomando en cuenta sus condiciones. “La mayoría de las personas que leerán esta entrevista ya saben sobre los invernaderos y la necesidad de privación de luz en el cultivo de cannabis”. Y compartió que sería relativamente sencillo para ellos acondicionar un terreno pequeño.
“Así como hay mucho apicultor en pequeña y mediana escala, podría funcionar bien en el caso del cannabis” explicó Alberto Centeno.
También contempló que la Ley impone límites severos, y que está pensando en usar la figura de Sociedad Cooperativa.
“No podemos dedicarnos al cannabis al 100%. Debemos abrir la puerta económica que abre la cannabis y que sea algo socialmente responsable por parte de todo lo que hagamos. Mantener semillas, reforestar y cosas así que de por sí hace falta.”
Siguenos en redes sociales para conocer cuando se publique la segunda parte de la entrevista.
Fotos: Frente Cannábico del Sureste