Las extracciones de cannabis, aunque de reciente aparición en la escena mundial de la marihuana, han afianzado un lugar muy importante en la vida de los usuarios. En poco tiempo, estos productos de suma variedad y complejidad, han conquistado la atención y fascinación de muchas personas.
Ante ello, la oferta de estos productos también ha aumentado. Sin embargo, no todos cumplen necesariamente con las medidas necesarias para ser un producto de calidad o seguro para uso humano.
Para lograr una extracción de calidad se necesita recorrer un camino de aprendizaje, en que el proceso de “la prueba y error” se vuelven pasos metódicos para avanzar, poco a poco, hacia mejores productos. Esto fue lo que contó Makoy, un cultivador de Jalisco, a La Dosis.
Previo a su participación como orgnizador en la Copa Jalisco, nos explicó lo que se necesita para obtener extracciones de alta calidad, sin residuos tóxicos para el organismo, y, lo más importante, en un proceso de auto-mejora.
Para empezar, según él, es necesario escoger las variedades de cannabis que posean las características ideales. “Esa es la importancia de tener la seguridad de lo que estás extrayendo”. explicó “Puedes tener la mejor técnica, los mejores equipos, pero si no es buena la materia prima todo el trabajo se va a la basura porque todo lo malo también lo extraes”.
Estas son:
1) las que mejor se adapten al clima donde se van a cultivar, y
2) que tengan una gran saturación de tricomas y resina
“Tienes que ver cuáles genéticas se adaptan al clima. O hacer cruces con genéticas que están adaptadas para agarrar ciertos genes de otras” detalló el cultivador. Después añadió: “Cuando ves que son resinosas las escoges para las extracciones, porque hay saturación. Eso es lo que quieres para tener un buen terminado en extractos. Las especies que son más resinosas son las que te sirven como para hacer hachís, RSO, BHO, ROSIN porque todas tienen mejor retorno”.
Desde entonces, el camino está pavimentado por la prueba y el error, puesto que no hay otra forma de conocer todos los factores y aspectos complejos que comprenden el proceso de extracción. Tales como el nivel de presión, humedad, temperatura, etcétera.
“Es prueba y error. Por más que te expliquen las cosas no hay como que uno mismo las realice porque ahí ya tienes el aprendizaje de lo que vas haciendo mal, haciendo bien. Hacer bitácoras, de temperaturas, de texturas, de rendimientos. Todo eso te ayuda a tener un control de la extracción. Ahí es cuando trabajas de otra manera” apuntó Makoy.
Entonces, lejos de buscar un “manual” o guía precisa, lo fundamental para un extractor será observar el comportamiento de la extracción a lo largo del tiempo. Él recomienda tomar apuntes y después analizarlos y estudiarlos para averiguar cómo mejorar. “Con parámetros ya es diferente. Aparte de saber y conocer y tenerla desde grower, también tienes que verlo como el punto de vista científico. Te basas en los números”.
Makoy participará como organizador con la próxima Jalisco Cannabis Cup, en la cual también competirán varias categorías de extracciones. Para más información visita su página de facebook: link.