¿Tiene el cuerpo humano la capacidad de producir moléculas similares a algunas de nuestras drogas psicoactivas favoritas? ¿Es posible usar nuestro cuerpo de tal forma que controlemos a nuestro gusto la producción de dichas sustancias? Estas preguntas están lejos de encontrar una respuesta absoluta, pero la ciencia comienza a dar pistas hacia una posible solución:

Veamos cuáles drogas nuestro cuerpo es capaz de producir o mimetizar:

Imagen: bengreenfieldfitness.com

Cannabinoides

No es coincidencia que los fito-cannabinoides como el THC, el CBD, el CBN y otros tengan una reacción tan sinérgica con nuestro cuerpo. Después de todo, los receptores en nuestro cerebro son tan afines a estas moléculas porque en nosotros se produce otra muy similar: la anandamida.

Este endocannabinoide está encargado de regular la comunicación y “mantener balance en el funcionamiento de muchos procesos fisiológicos, tanto conductuales como sistémicos” asegura el sitio de Cannapeutas.

Entonces, ¿cómo estimular la producción de anandamida? Bueno, la clave podría ser el ejercicio. De hecho, esta es la principal hipótesis para explicar el fenómeno conocido como “runners high” o “el high de corredores”. Una revisión de la evidencia científica disponible en el tema, reveló que el “ejercicio activa el sistema endocannabinoide en humanos y otros mamíferos, lo que sugiere que los endocannabinoides son parcialmente responsables por la mejora en el humor” reportada por los corredores”.

Otra fuente de anandamida es el chocolate.

Psicodélicos

Los psicodélicos tradicionales como la psilocibina o el LSD actúan principalmente en los receptores de serotonina. Ésta hormona juega un papel muy importante en la regulación del humor y el placer.  

Y existen muchas formas en que podemos estimular la producción de serotonina en nuestro cuerpo: escuchar música, practicar algún deporte, tener sexo, y prácticamente cualquier actividad que nos sea agradable. Pero ninguna de estas actividades son conocidas por provocar los tradicionales efectos psicoactivos. Para eso hay que voltear a la meditación.

Un artículo publicado en la revista Frontiers in Psychology revisó la evidencia disponible en múltiples artículos científicos, y señaló que “muchas tradiciones contemplativas explícitamente intentan disolver el sentido del “ser” provocando estados alterados de conciencia a través de la meditación". Mientras que los psicodélicos son conocidos por "producir disrupciones significativas en la conciencia del ser, un fenómeno conocido como ego-disolución”.

Recordemos también que el uso tradicional de estas sustancias en rituales y ceremonias sagradas usualmente va de la mano de un periodo de trance o meditación por uno o varios de los participantes. Sin embargo, el mismo estudio señala que ambos fenómenos (psicodélicos y meditación) distan de ser “sencillos y planos” y que de hecho necesitan de un análisis complejo que tome en cuenta  los diversos factores que los integran.

Aún así, nada se pierde si intentamos meditar para entrar en el conocido estado como "el viaje".

DMT

La N, N-Dimetiltriptamina (DMT) es conocida por provocar intensos efectos psicoactivos. Se encuentra de manera natural y activa en el brebaje conocido como ayahuasca, y una variante en el animal bufo alvarius.

Sin embargo, la presencia de rastros de DMT en la sangre y orina de humanos ha llevado a la especulación de que esta molécula es producida por nuestro propio cuerpo. Y aunque no hay evidencia que los respalde, muchas personas aseguran que ésta es sintetizada en la glándula pineal, la cual en muchas visiones espirituales coincide en el “tercer ojo”.

También existe la teoría de que es cuando dormimos y al momento de nuestra muerte que más se produce esta sustancia. Sin embargo, y como explicó el doctor Jimo Borjigin en la convención especializada en el tema Breaking Conventions: “el principal propósito de la glándula pineal es producir serotonina” y que “las cantidades de DMT en la sangre y orina distan de ser suficientes para producir los intensos efectos psicodélicos”. Más bien sugiere que el DMT presente en nuestro cuerpo es un residuo de la producción de hormonas como la serotonina.

Parece que aún falta mucho por recorrer antes de encontrar alguna posible respuesta.

Opioides

Tanto los opioides sintéticos como los naturales o “endógenos” producidos en el cerebro se unen y activan a los receptores opioides en la superficie de las células nerviosas.

Sin embargo, un estudio publicado por la Universidad de California San Francisco publicó un artículo donde señala que las neuronas reaccionan diferente a las sustancias opioides creadas en el cuerpo - como las endorfinas responsables del “high natural” característico del ejercicio, por ejemplo - que a la morfina, la heroína o opioides puramente sintéticos como el fentanyl.

Los investigadores reportaron que esta diferencia podría explicar porque los efectos de los opioides sintéticos son más gratificantes que los producidos por los opioides endógenos.

“Hasta ahora no hay evidencia de que las drogas opioides hagan otra cosa que los opioides naturales no hagan, así que ha sido difícil reconciliar las experiencias que los usuarios describen - que las drogas opioides son intensamente más placenteras que cualquier experiencia naturalmente gratificante que ellos hayan tenido”, dijo el doctor Mark von Zastrow, autor en jefe del artículo y profesor de psiquiatría en la Universidad.

En pocas palabras, la famosa cita del personaje Renton en la película Trainspotting:

“Toma el mejor orgasmo que has tenido en tu vida, multiplícalo por mil y aún no estás ni cerca” al placer producido por el consumo de heroína.

"La posibilidad de que estás drogas opioides causen efectos que los opioides naturales no pueden es muy intrigante porque parece que es paralelo a este efecto gratificante extremo que los usuarios describen”, apunta el doctor von Zastrow.

 

Fuentes adicionales:

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19897083