Aunque el uso de cannabis para tratar el dolor es popular desde hace décadas, un nuevo estudio encontró que no hay evidencia que sustente este dicho.

 


El estudio Dolor y Opioides en Tratamiento (POINT por sus siglas en inglés) duró cuatro años, por lo que se le considera uno de las más largos en su clase. Lo llevaron a cabo investigadores en la Universidad de Nueva Gales del Sur, Sydney. Fue financiado por el Consejo Nacional de Salud e Investigación Médica.  

El principal hallazgo, fue que los participantes que usaban cannabis reportaron (durante una serie de pruebas) que experimentaban mayor dolor y ansiedad, además de que el dolor interfería más en sus vidas, en comparación a aquellos que no utilizaban cannabis.

Los participantes fueron reclutados a través de farmacias comunitarias y se sometieron a una serie de evaluaciones anuales sobre su dolor, salud física y mental, medicación, y uso de cannabis. Ellos, habían sufrido del dolor por un promedio de 10 años, y tomaban opioides como tratamiento por una media de 4 años.

Es importante señalar que el estudio no hace diferencia alguna entre cepas de cannabis, o los principales cannabinoides que fueron consumidos.

El potencial uso de cannabis como tratamiento contra el dolor crónico ha ganado popularidad en los últimos meses. En especial, frente a la reciente epidemia de sobredosis por abuso de opioides en países como Estados Unidos y el Reino Unido.


Estudio completo disponible en este enlace.