Ocuparé esta sustancia psicoactiva para desviarme un poco de mi manera habitual de escribir. Escribiré sobre su origen, efectos, dosis y estrategias de reducción de riesgos y daños desde una perspectiva científica, pero también quiero aprovechar para ser subjetivo y dar mi opinión sobre esta molécula.

Cuando en un grupo de personas que conocen de sustancias psicoactivas (mucho o poco) se habla del DMT se sabe que debe hacerse con respeto, es la molécula sagrada. No se puede platicar de ella a la ligera, no se puede hablar de ella como si fuera una Armani morada o un jalón de crack; cada vez que se menciona al DMT la vibra de la plática cambia, todos retroceden uno o dos pasos y se voltean a ver para saber quién resolverá la pregunta que inició la conversación o quién dirá algo que mantenga la magia de la molécula .

El DMT tiene la característica de fusionarse con la persona para explotar los pensamientos y sentimientos que tiene en ese momento, para moldearlos y ofrecer perspectivas diferentes. El respeto espiritual que se le tiene es porque permite abrir y cerrar canales espirituales, ordenar y desordenar pensamientos; pero la molécula sagrada no sería lo que es sin las plantas, los animales y los humanos, ya que necesita de los seres vivos y nosotros de ella.

El DMT es una sustancia de la familia de las triptaminas que se encuentra naturalmente en el ser humano y en casi todos los mamíferos, además de otros tipos de animales y plantas. Aunque constantemente se produce o sintetiza dentro del cuerpo por sí solo no es activo, ya que existe una enzima en nuestro organismo, llamada MonoAmino Oxidasa, que se encarga de degradar las moléculas de DMT inmediatamente se producen, evitando cualquier efecto psicoactivo.

Los orígenes

La molécula se sintetizó por primera vez en 1931, por el inglés Richard Manzke. Más tarde se aisló de material vegetal por Oswaldo Gonçalves de Lima en 1946, y por Evan Horning y su equipo en 1955. En 1965 ya se había demostrado que estaba presente en el cuerpo humano de manera natural y en un gran número de otros organismos que se estudiaron durante esos años.

Sintetizar esta sustancia en un laboratorio es relativamente fácil, pero no es barato; por lo que la principal forma de obtención del DMT es la extracción de plantas, a las que se somete a diversos procesos químicos para finalmente aislar el compuesto. La diferencia entre los cristales sintetizados de DMT puro y los derivados de plantas se nota en el color; cuando es completamente puro es transparente y de color blanco.

Existen dos plantas que contienen grandes cantidades de DMT, la primera es la Psychotria viridis, también conocida como Chacruna, y la segunda es la Mimosa hostilis, de la cual se extrae de la corteza de la raíz. El proceso de extracción es tardado y requiere de mucho cuidado para evitar que se degrade el producto en alguno de los pasos. Cuando se aísla de una planta y quedan residuos del proceso su color es amarillo, naranja o hasta café, dependiendo de la pureza.

Resulta verdaderamente impresionante cómo desde hace milenios se conoce esta sustancia en el Amazonas, así como de los efectos que produce si se prepara en una bebida que llamaron ‘Ayahuasca’. Este brebaje se elabora con cualquiera de las plantas mencionadas anteriormente, junto con otra planta que contenga compuestos que sean Inhibidores de la MonoAmino Oxidasa -por lo general se utiliza la Banisteriopsis caapi. El uso de la mezcla de estas plantas provoca efectos psiquedélicos muy potentes que duran entre 4 y 6 horas, pero de la ayuahuasca se hablará en otra ocasión.

Vías de consumo y dosis

La vía de consumo más común para el uso de DMT es fumada, pero la vía de inhalación o inyectada también son muy utilizadas. Para fumarla se utiliza, por lo general, una pipa de vidrio o cristal que permita calentar los cristales sin contacto directo del fuego. Una vez que se calienta, el material libera un humo agrio y con sabor muy sintético que al ingerir puede generar una sensación poco agradable en la boca y lengua. Después de una sola fumada se pueden sentir los efectos, una segunda ya se considera una dosis fuerte. El efecto es casi inmediato.

La dosis cuando se esnifa o se fuma puede ser variable. Un efecto ligero se puede llegar a sentir desde 5 y hasta 10 miligramos, y una dosis común oscila entre los 20 y 40 miligramos de cristales. Por otra parte, una dosis fuerte puede ser entre 50 y 60 mg, la cual no tendrá un riesgo orgánico pero sí puede tener riesgos por los efectos psicológicos y psiquedélicos que se tendrán.

Los efectos del DMT son únicos y muy potentes; pueden ser comparados con otros psiquedélicos, como el LSD o la psilocibina, sin embargo ninguno tiene la misma intensidad. Claro está que la dosis y la vía de administración tiene también una influencia en el resultado de la experiencia. Cuando se fuma o se inyecta, los efectos son inmediatos y duran unos pocos minutos, cuando se bebe Ayahuasca, tarda media hora o más de una hora en empezar los efectos.

Con una dosis baja de DMT se tienen sensaciones en extremidades del cuerpo, una cierta falta de coordinación y un hormigueo general en la piel, la visión parece distorsionarse un poco y los demás sentidos presentan alteraciones ligeras. La duración de los efectos puede ser de 5 a 10 minutos, experimentando una sola etapa con los efectos mencionados.

Cuando se fuma, inhala o inyecta una dosis suficiente para lograr la experiencia completa, se tiene una pérdida total de la noción del entorno y se pueden presentar tres etapas bien definidas. La primera etapa inicia con un estado completamente diferente a la vigilia normal y se tiene un rush sensitivo en todo el cuerpo; se puede sentir una cierta incomodidad para respirar pero esta desaparece rápidamente.

Durante la segunda etapa se mantienen los efectos sensoriales distorsionados, en especial la percepción visual; se generan patrones geométricos en los objetos que se está observando y se tiene una percepción más intensa de la luz y los colores. Además existe una disociación fuerte entre el cuerpo y la mente; es común que la persona pierda la fuerza para estar de pie o sentada y se desvanezca para estar acostada. Sin embargo, el efecto psicológico es el más fuerte durante esta etapa; se produce una introspección muy fuerte en el usuario, que le permite tener recuerdos muy lúcidos, modificación en estructuras de pensamientos y de su propio razonamiento o entendimiento por las cosas. Este efecto es el que produce que la molécula sea buscada de forma recreativa y terapéutica, y da la experiencia mística a la persona usuaria. No es extraño sentir que se puede hablar con uno mismo o percibir información visual (y de otros tipos) del entorno, debido a que la claridad de la conciencia no se pierde en ningún momento.

En la última etapa, después de unos minutos, el cuerpo regresa al estado normal, poco a poco, aunque se siguen percibiendo una intensidad en la luz y colores, así como un estado de desconcierto y, en algunos casos, agotamiento mental.

Con solo 15 o 20 minutos se tiene una sensación que permite un reconocimiento personal y un recuerdo de la experiencia. Pero esta experiencia puede ser abrumadora, por lo que es recomendable estar acompañados por personas de confianza y en un entorno agradable, cómodo y seguro.

Reducción de riesgos y daños

Esta sustancia provoca efectos tan intensos que no interactúa con otras drogas comunes. La excepción a esto son los antidepresivos y algunas benzodiacepinas, ya que estos medicamentos funcionan como IMAO’s y pueden potencializar un efecto. El resto de las sustancias, si son usadas al mismo momento, provocarán una distorsión ligera en los efectos propios del DMT pero nunca serán manifestados con una intensidad suficiente para ser percibidos, ya que los efectos del DMT los opacará.

La mejor estrategia de reducción de daños posible con esta sustancia psicoactiva es usarla con respeto y solo si la persona usuaria está dispuesta a tener una experiencia introspectiva fuerte, que puede provocar cambios de perspectiva a diferentes niveles de la persona. El DMT no es tóxico y es muy raro que una tenga efectos negativos más allá de la incomodad que puede generar la “limpia” o desintoxicación personal.

Bajo el marco regulatorio internacional, las leyes mexicanas y específicamente la Ley General de Salud, el DMT está considerado como una sustancia ilegal, por lo que su distribución y producción se considera un delito; por lo que deben considerarse los riesgos de adquisición.

Para explotar las experiencias positivas de esta sustancia se recomienda siempre estar en un entorno seguro, cómodo, con fácil acceso a agua y otros servicios. Estar la persona usuaria deberá estar acompañada por personas de confianza que conozcan la experiencia y que sepan entender los comportamientos, esto muchas veces ayuda a que desaparezca la preocupación o que el miedo inicial no esté presente durante la experiencia ni la modifique.

Debido a los efectos tan fuertes que se presentan, es muy importante que la persona usuaria permanezca recostada y retirarle inmediatamente lo que haya usado para fumar. Es poco frecuente que el usuario vaya a tener comportamientos violentos; sin embargo, es fundamental que el espacio donde se encuentre carezca de objetos punzocortantes o rompibles alrededor.

A pesar de tener una duración corta al ser fumado, es mejor darse un tiempo de preparación antes y un tiempo de asimilación después. Es bueno que la persona usuaria tenga varias horas sin compromisos o responsabilidades alrededor del consumo, ya que interpretar la experiencia en ayuda con una persona o solo servirá para conocerse a sí mismo y poder asimilar los nuevos pensamientos e ideas que se produjeron.

Esta sustancia es tan poderosa como misteriosa y no se recomienda su uso para experimentarse en una fiesta o en evento. Lo ideal es planear su uso con tiempo y que se entienda como un momento de conexión personal, de paz y de introspección. La molécula sagrada puede ayudar a resolver problemas internos que sólo requieren de una nueva percepción o una nueva forma de acercamiento a ellos; y la solución de éstos provoca una gran satisfacción en la persona usuaria y un ‘cariño’ genuino al DMT.

*****

Esta columna busca informar al nuevo usuario y al usuario habitual qué son las sustancias, planea resolver las dudas que existen por la información sesgada que prolifera en los medios. En este sentido, el DMT merece una segunda nota en la que se describan los efectos y experiencias místicas que produce, pero teniendo ya las bases de qué es y cómo son las formas de uso. Así, el siguiente artículo presentará algunas experiencias de personas que la han usado, y cómo éstas experiencias modificaron su percepción ante la vida.