Desde mediados de mayo un equipo multidisciplinario de salud formado por miembros de la comunidad indígena Kokama se ha dado a la tarea de visitar ciertas comunidades de Brasil para monitorear síntomas de la Covid-19. Y cuando se encuentran a un potencial infectado se da alerta a los chamanes locales. Entonces a los pacientes se les prescribe un tratamiento que consiste en rituales con el uso de ayahuasca, una planta ancestral que se ha usado en tradiciones milenarias. Maria Fernanda Ribeiro en el sitio mongabay.com reporta lo siguiente. 

NOTA: Hasta ahora no hay evidencia que sugiera que la ayahuasca es efectiva combatiendo la Covid-19. El éxito a continuación presentado por parte de la comunidad Kokame al reducir el ritmo de crecimiento en los casos de la enfermedad son un producto en conjunto del uso del ritual tradicional junto con la adopción de medidas de higiene y distanciamiento social.

La bebida de ayahuasca se compone de dos plantas: el arbusto de chacruna y la liana de jagube. En la primera se encuentra la n,n dimetiltriptamina (DMT) mientras que en la otra están los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAOs) necesarios para que los efectos psicoactivos surtan efecto. El uso de esta sustancia ha mostrado un gran potencial como co-adyuvante en trastornos mentales como la depresión y los problemas relacionados a la adicciones.

Preparación de la bebida de ayahuasca. Foto: Wikipedia

“En primera instancia, confiamos en la medicina de la gente no-Indígena, pero nuestra gente fue al hospital y regresó en un ataúd” declaró Edney Samias, jefe de la gente Komala. “Ahora, todos quienes tengan síntomas del coronavirus es tratado en casa, sólo con ayahuasca y otras medicinas tradicionales. Ahora estamos salvando vidas” añadió.El primer caso confirmado de Covid-19 entre la gente indígena de Brasil vino de la comunidad Kokama. La infección fue confirmada el 31 de marzo en el distrito de Santo Antônio do Içá en una provincia del Amazonas, después de que un agente indígena de salud (de 20 años de edad) tuvo contacto con un doctor de la Secretaría Especial de Salud Indígena quien había regresado de vacaciones sin cuarentena.

Desde entonces, el virus se ha esparcido rápido entre los Kokama, dejando un total de 60 muertes y más de mil personas infectadas a través del Amazonas hasta el fin de julio. Fue entonces que la comunidad decidió tomar otro camino.

El jefe Samias perdió a 17 familiares directos a causa de la enfermedad, pero fue cuando murió su padre, el líder comunitario Guilherme Padilha Samias, el 14 de mayo, que la cambió la forma en que su comunidad lidiaba con los síntomas de Covid-19.

Su confianza en la medicina occidental colapsó como resultado de una serie de muertes y el prejuicio que los Kokama dicen que sufrieron en el hospital militar de Tabatinga, incluyendo negligencia en la forma en que eran tratados.

Mayo. Residentes de la villa de Kokama, Boará de Cima, advierte a foráneos de no acercarse si presenta síntomas de la enfermedad. Foto: mongabay.com

“Ellos dijeron que mi padre no era indígena porque no tenía un RANI [certificado de nacimiento indígena]” acusó Samias. “Ellos nos llamaron falsos indígenas”. Para los Kokama el ser enterrado como una persona no-Indígena es considerado una falta de respeto a los ancestros, con la creencia de que el alma se perderá porque no fue considerado indígena. “Si tú eres un Kokama, tú eres un okama, ya sea vivo o muerto” señala Samias.

Desde entonces los Kokama han dejado de buscar a las unidades públicas de salud para tratar los casos en la comunidad de gente con síntomas de Covid-19. En cambio han recurrido a la medicina tradicional y conocimiento indígena para tratar la enfermedad, reemplazando doctores con chamanes y la medicina occidental por ayahuasca, ginger, ajo y limón. “La medicina del hombre blanco mató a nuestra gente” enfatizó Samias.

Comentó también que el tratamiento con ayahuasca para tratar el Covid-19 se ha ofrecido ya a 800 personas de la comunidad indígena en Tabatinga, una municipalidad en la frontera de Brasil con Perú y Colombia, y hogar de alrededor de 5 mil 500 Kokama. Debido a que viven en la ciudad y son considerados no-aldeanos, no son incluidos en las estadísticas gubernamentales correspondientes a las poblaciones indígenas.

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De las 60 muertes registradas entre los Kokama, 56 de ellas ocurrieron entre mediados de abril y mediados de junio. Sólo cuatro de ellas han sido reportadas en las más de 6 semanas desde entonces. La reducción en el ritmo de muertes, aún con la gran cantidad de pacientes siendo tratados en casa, es el resultado que ellos esperaban cuando rechazaron los hospitales en favor de la medicina tradicional combinado con prácticas de higiene y distanciamiento social.

Para Glades Kokama, presidente de la Federación de la gente Kukami-Kukamiria de Brasil, Perú y Colombia, la medicina occidental no ha funcionado para ellos “porque los recursos y medicinas llegan muy tarde” y desalienta a la comunidad. “En el pasado, la gente sobrevivió sin la medicina del laboratorio. Nosotros vamos a responder por lo que es nuestro y mantener nuestra cultura milenaria. espero que todos en la medicina tradicional vaya a respetarnos porque, si no fuera por nosotros, no sabríamos lo que sería” dijo ella.

Hasta ahora no hay evidencia científica que pruebe la efectividad de la ayahuasca en combatir la enfermedad del nuevo coronavirus. Sin embargo, hay evidencia del potencial terapéutico al beber la sustancia como tratamiento auxiliar de desórdenes psicológicos y enfermedades como el cáncer.

Los rituales sagrados con ayahuasca ocurren tres veces por semana durante la noche y pueden durar hasta el amanecer. Son realizados en un espacio particular para ello y son guiados por un grupo de chamanes, de los cuales el más viejo tiene 105 años de edad y no ha presentado síntomas de la enfermedad, según los miembros de la comunidad entrevistados por Mongabay. En casos específicos la ceremonia puede tomar lugar en la casa de los pacientes.

El uso de ayahuasca por sus propiedades psicoactivas forma parte fundamental en los rituales ancestrales de todo tipo de comuniades a lo largo del mundo. Foto: newhumanist.org.uk

“En los rituales nos aseguramos de que el cuerpo de la persona enferma se conecte con el árbol mureré Brosimum acutifolium a través del canto” dijo Edney Samias, refiriéndose a un árbol del amazonas conocido por sus propiedades tradicionales. “Pero cuando hay varios pacientes al mismo tiempo, nos reunimos hasta 8 personas tomando ayahuasca para fortalecer sus almas”.

El ritual de Ayahuasca es considerado por los Kokama como la medicina más poderosa y es un momento de experiencia, descubrimiento, visiones del futuro y el pasado, y aprendizaje sobre las tradiciones. Es una ceremonia secreta, con todos los secretos transmitidos directamente del maestro al discípulo. 

“Mi familia siempre ha tomado ayahuasca, pero antes de la enfermedad yo paré por tres meses. Me asusté y pensé que iba a ser mejor el recurrir a los hombres blancos porque tienen respiradores, medicinas, doctores y podrían curar. Y olvidé que yo podía curar a mi familia por mi cuenta” contó Samias. “Yo me arrepiento. No debí creer en la medicina del hombre blanco, ni debí llevar a nadie al hospital”.

De acuerdo con Glades, la medicina casera y el tratamiento en casa han ayudado a su gente a sobrevivir. “La contaminación se esparce más fácilmente en el hospital. Con nuestra medicina nos quedamos en casa. La medicina ancestral es la esencia de la cura para nosotros. No podemos esperar a un doctor” dice ella.

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Luego añade que ahora es tiempo de alentar a los miembros de la comunidad a cultivar “jardines de sanación” con plantas medicinales como aquellas usadas en la preparación de ayahuasca. “Vamos a enseñar porque hay una forma correcta de cultivar y trabajar con las plantas de ayahuasca, no es aleatorio, dice Glades. “Ahora es tiempo de fortalecer nuestras tradiciones” finalizó.

El uso de un ritual milenario con ayahuasca resultó la mejor alternativa al abandono de las autoridades y la oportunidad de recurrir a la identidad propia de las comunidades para buscar soluciones adecuadas a sus realidades particulares. No es menor que en el centro de este emprendimiento esté una bebida con propiedades psicoactivas (y de las más impresionantes según sus usuarios).