Una de las novedades tecnológicas para consumir marihuana reside en los cigarros electrónicos o “cartuchos”. Estos, vaporizan aceite de cannabis en una vía discreta, elegante y portátil que ofrece beneficios tanto para el consumidor ocasional, el paciente que lo usa con fines medicinales, y el usuario entusiasta de la planta amiga.
¿Cómo funcionan estos cartuchos?
Existen varios “modelos” de cartuchos que permiten la vaporización de aceites. Los más comunes son los “tipo pluma”, los cuales se componen de una batería y el recipiente que contiene el aceite. Dependiendo la calidad y el precio, ambos pueden ser desechables o reutilizables.
La batería activa el mecanismo interno del recipiente, el cual vaporiza el aceite. Así, es posible consumir cannabis sin sufrir las consecuencias de la combustión, ni despedir olores en caso de que la discreción sea imperante.
¿Qué tipo de aceite utilizan?
Esto depende del productor y calidad del cartucho. En teoría, es posible utilizar cualquier aceite derivado del cannabis con un resultado efectivo. Por ejemplo, los pacientes de cannabis medicinal pueden recurrir a ello para consumir un RSO. Esto les brinda una vía de medicación portátil e instantánea.
También es posible usar el BHO, que es más común y accesible en el mercado. Sin embargo, para ello es necesario “diluir” el concentrado y rebajar su espesor. Aquí comienzan las complicaciones, pues algunos recurren a agentes químicos cuyos efectos en la salud no están del todo comprobados.
Los más comunes son: polietilenglicol (PEG), propilenglicol (PG), glicerina vegetal (VG), e incluso triglicéridos “de cadena media” como aceite de coco.
Sin embargo, para evitar cualquier posible afectación en la salud, algunos productores tuvieron a bien recurrir a los terpenos. Estos se pueden extraer de de las mismas plantas de cannabis, de otras fuentes naturales o sintetizarse en un laboratorio
Pero sin duda alguna, el método idóneo en estos productos es el CO2. Si son fabricados de manera correcta, estos extractos retienen niveles modestos de los “terpenos base” de la planta, los cuales “adelgazan” de manera natural el espesor del aceite, a la vez que brindan el sabor particular de la variedad de la que se haya obtenido.
Por último cabe mencionar que esta vía de consumo también te permite escoger un perfil de cannabinoide más específico, por lo que puedes encontrar tanto cartuchos únicamente con THC o CBD, o si lo prefieres también los hay de espectro completo. Osea, con todo lo que una planta tiene para ofrecer.